28 de marzo de 2024

Desarrollo sostenible: objetivo de las cadenas logísticas

28 de julio de 2014
28 de julio de 2014

 

Así lo manifestó Jairo Rafael Montoya, profesor de la Universidad de la Sabana, invitado al conversatorio “Cadena de abastecimiento sostenible”, realizado por el área de posgrados del Departamento de Ingeniería Industrial de la U.N. Sede Manizales.

El profesor Montoya recuerda que desde la definición que presentó las Naciones Unidas hacia finales de los ochenta, el desarrollo sostenible consiste en satisfacer las necesidades del hombre sin comprometer las de futuras generaciones, lo que implica una utilización adecuada de los recursos naturales desde el principio.

En el contexto actual de la gerencia empresarial y la sostenibilidad, este concepto se relaciona con el equilibrio de las decisiones de índole productivo, dimensión económica del proceso de toma de decisiones gerenciales.

No obstante, señala el experto, PhD de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de la Sabana, también busca el equilibrio en el impacto ambiental y social.

Por eso, al momento de diseñar una cadena logística, se espera evaluar las tres dimensiones de la sostenibilidad con miras a obtener un sistema de producción o distribución que va mucho más allá del simple cumplimiento de intereses productivos-económicos.

“Lo verde hace referencia a la dimensión ambiental, la cual busca diseñar, gestionar y administrar cadenas de abastecimiento o logísticas que tengan presente la medida de su impacto hacia el medioambiente”, indica el profesor.

Su aplicación en las cadenas de abastecimiento significa conciliar aspectos de índole productivo-económico con el impacto ambiental. La sostenibilidad en gestión de cadenas de suministro está relacionada con la responsabilidad social corporativa, que es la dimensión social.

“La responsabilidad social va mucho más allá de satisfacer o lograr satisfacer necesidades básicas en una comunidad aledaña a determinada empresa”, argumenta Montoya.

Su finalidad es que todos los actores de la cadena (proveedores, clientes, centro de distribución, transportadores y la misma empresa focal) estén integrados y sean conscientes del impacto que están generando con el producto o servicio que están ofreciendo. Está relacionada con la responsabilidad social corporativa al interior de la empresa.

Son  características de mayor productividad dentro de las tareas que están realizando: la equidad salarial, el bienestar social de los empleados y la empresa, las comunidades aledañas, los temas de responsabilidad familiar dentro de la empresa, las facilidades para compartir y dividir el tiempo de trabajo con las familias y la conciliación de las necesidades propias que tienen los individuos para que se sientan mucho mejor.

La dificultad para formalizar esos procesos sociales hace que hoy sea difícil integrar estas tres dimensiones.

“Desde hace mucho se viene estudiando el mejoramiento de sistemas productivos y poco a poco se han hecho avances en la evaluación de impacto ambiental, pero aún falta mucho por mejorar el aspecto social”, agrega el profesor.

(Por:Fin/MLIA/dmh/AC)