29 de marzo de 2024

Asumiendo el papel de “dioses”

2 de julio de 2014

ricardo tribinRecién empezando su nueva y temporal actividad, el hombre se percató que una señora que rezaba al lado de un joven cuando terminó, al salir de la Iglesia dejó caer su billetera sin darse cuenta. Ella siguió rauda y al poco  rato en la calle cuando quiso comprar algo, se dio cuenta de la ausencia de la misma. Regresó corriendo entonces a la Iglesia al mismo banco donde antes rezó, para darse cuenta que su billetera no estaba, aunque sí el joven. La señora entró en histeria y llamó a la policía y acusó injustamente al joven de que este se la había robado. El joven fue capturado y se le llevó preso sin más averiguación que el testimonio apresurado de la señora.

El hombre que había asumido el papel de dios decidió entonces enderezar todo y como era “dios”, lo pudo hacer. De inmediato localizó la billetera de la señora y se la devolvió. Esta se puso feliz pues recuperaba algo muy importante para ella. De inmediato salió para la comisaría en donde retiró los cargos contra el joven y él salió libre. En ese  momento cuando todo estaba resuelto se cumplió la hora del compromiso del hombre con Dios y los papeles cambiaron.

El hombre con gran satisfacción le dijo a Dios: mira como actué de bien haciendo mi papel de “dios”. No solo recuperé algo que le hacía falta a alguien, sino que a la vez logré reparar una gran injusticia que se había cometido. Que hubieras hecho tú?. Pues mira hijo, le agregó Dios. Para ver lo que yo hubiera hecho dejemos que los eventos sigan luego que cesó tu papel. El Señor proyectó una imagen en la que la señora salía de la comisaría para meterse a un restaurante en donde pidió un pescado el cual devoró con gran satisfacción. Lo malo resultó ser que el pescado estaba dañado, la dama se intoxicó y terminó en el hospital en el cual estuvo malísima por varios días. Y qué de el joven, preguntó el hombre?. Pues este, en el regreso a su trabajo, fue atropellado por un carro que le partió una mano y un brazo.

El mensaje pues es que los hombres en su mente finita critican mucho lo que Dios hace pero no entienden porqué pasan las cosas. Cuando lo que piensan esta resultando en forma diferente a los que quieren, pelean con Dios, se enfurecen, lo acusan y hasta lo denigran, sin darse cuenta que todo en la vida sucede por un motivo y que lo mejor a hacer siempre es aceptar sin resistencia y con humildad la Voluntad de Dios, pase lo que pase, ya que nadie tiene la habilidad de conocer lo que Dios, en su infinita sabiduría sabe hacer, para al final prodigar en todo momento lo mejor para cada uno de sus hijos. El creernos “dioses” no solo nos complica nuestra existencia, sino también la de los demás. Para muestra el mundo convulsionado en el que vivimos.