Rueda suelta
Primero fue su arremetida contra el candidato que ganó la convención, Oscar Iván Zuluaga, comprometido como estaba no se sabe por cuales razones, con el ex vicepresidente de la república, Francisco Santos.
Y ahora quiso convertirse en el vocero oficial y oficiososo de Oscar Iván Zuluaga y se vino con una inaplicable fórmula para ser desarrollada después de las elecciones, caso de que el triunfador sea el candidato de su grupo político.
El mismo Zuluaga tuvo que salir a poner orden y afirmar, de manera perentoria, que el es “el único vocero para poder decirle al país que es lo que vamos a hacer en materia de una búsqueda de la paz negociada”.
La formulita lanzada por el inefable José Obdulio consistía en enviar a La Habana para hablar con las Farc, una comisión integrada por Marta Lucía Ramirez, Alvaro Leyva, Jorge Robledo y Angelino Garzón, sin tener en cuenta que este último es funcionario de este gobierno por lo que incluirlo en semejante coctel era casi un adefesio.
DE GRAN SIGNIFICACIÓN
No obstante el permanente y respetuoso silencio que ha mantenido sobre el acontecer nacional desde que salió de la presidencia de la república, la voz y opinión del ex mandatario Belisario Betancur resultan de significación en momentos determinantes como el que vive la nación.
Así que la adhesión de Belisario al candidato presidente, Juan Manuel Santos, y su respaldo al proceso de paz que se cumple en La Habana, tienen un alto contenido moral y político en este momento.
“La manera como están conduciendo las negociaciones es acertada, y por esa paz que usted está comandando, yo me apunto al proceso y lo apoyo rotundamente también en su propia candidatura”, expresó Betancur.
Que este espaldarazo fundamental, por venir de quien viene, pueda o no traducirse en votos adicionales para la aspiración de Santos, es otro asunto que estaría por verse, pero como hecho político tiene una gran significación en la época crucial que atraviesa el país.
SERVICIO MILITAR
El Campanario no quiere entrar en honduras ni hacer parte de las discusiones que seguramente, de llevarse el tema al congreso de la república, se presentarán alrededor de la supresión del servicio militar obligatorio.
Como es apenas natural, una propuesta de esta envergadura está llamada a generar profundas controversias e interpretaciones, y tendrá defensores y críticos en todos los estamentos, máxime en estos tiempos de peligrosa polarización que se viven en Colombia.
Lo que sí es un hecho incontrovertible, es que al monte, a aguantar hambre y frío, con el pesado morral a la espalda y teniendo siempre la sensación de miedo y peligro, apenas van los hijos cuyos padres no tuvieron dinero para “comprarles” la libreta militar.
Si por azar algún hijo de notable o potentado llega a pagar servicio, lo hace como estafeta o mensajero de cualquier alto oficial, en las seguras y cómodas instalaciones de una brigada o batallón.
Tal como está diseñado actualmente el servicio militar obligatorio, no solo es injusto con una gran mayoría de colombianos, sino que se presta para que la corrupción haga de las suyas con el tráfico ilegal de la venta de libretas militares.
MASIVO RESPALDO
En Medellín se da un caso particular en materia política, y es el relacionado con el apoyo de los concejales a las dos candidaturas que están en juego, algo que a primera vista podría pensarse estaría mas o menos a la par.
La situación es muy distinta y rara, porque de los 21 concejales que tiene la capital antioqueña, sólo uno, Nicolás Duque Ossa, está filado con la opción de Oscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático.
17 más se definieron por apoyar al candidato -presidente, Juan Manuel Santos, y de los tres restantes dos quieren permanecer inmaculados, Jeferson Miranda y Alvaro Múnera, mientras que el presidente de la corporación, Jaime Cuartas, dice que solo se definirá en las próximas horas.
El asunto vale la pena comentarlo pues en Medellín el candidato del Centro Democrático ganó con holgura las elecciones del pasado 25 de mayo, por lo que es pertinente afirmar que el voto de opinión pesó mucho más en esa jornada que el voto eminentemente político que se supone manejan los concejales.
Habrá que esperar al 15 de junio para saber si la tendencia se revierte y el trabajo de los 17 concejales adherentes a Santos da los resultados que ellos esperan en la nueva jornada comicial.