28 de marzo de 2024

Nairo Quintana hoy por el título del Giro de Italia

1 de junio de 2014
1 de junio de 2014

La edición 67 de la carrera, que nació en 1909, tuvo un tinte especial y lo pusieron valerosos colombianos que en su bicicleta se salieron del molde, rompieron el protocolo de la carrera, la hicieron de ellos y atrás quedaron italianos, franceses, australianos y españoles, cuyas fuerzas flaquearon frente al fuerte paso de los héroes nacionales.

Este domingo, al podio subirán tres colombianos, cada uno con la bandera tricolor: Nairo lo hará para reclamar dos camisetas, la rosada de campeón y la del mejor joven, una clasificación que también consiguió el año pasado en el Tour de Francia.

“El 1-2 de Colombia es muy bonito. Hemos tirado los dos para adelante y es una sensación difícil de explicar. Le ayudé poco a Urán, el que le colaboró fue su compañero. Esto es para que los colombianos disfruten. Nuestro país no es guerra, no es nada malo, es amor y allí los recibimos a todos los que quieran ir”, dijo Quintana, que a sus 24 años, ya tiene dos podios en las dos carreras más importantes del planeta.

Urán será el otro que entrará por la puerta grande del podio. Ya lo hizo el año pasado y esta vez se parará a la derecha de su compatriota como segundo de la general.

Julián Arredondo, alguien que se ganó un cupo en la élite, será el tercero en subir. Es un pedalista que hace su primer año en el World Tour, la máxima categoría del ciclismo, y que se ha convertido en la revelación. Ganó una etapa y se pondrá la blusa del mejor escalador del Giro, algo que ya habían hecho Luis Herrera, José Jaime González y el tolimense Freddy González.

Nairo y Urán, los mejores

Este sábado, en la jornada de 167 kilómetros con llegada en el mítico monte Zoncolan, era de miedo. Fue una copia de las anteriores. El perfil decía que había que sacar lo último que se tenía de reserva, pues no había que ahorrar más, este domingo es el paseo de la victoria, el brindis por el triunfo, un día para las felicitaciones.

Nairo estaba tranquilo, pues su liderato no corría peligro, sí el segundo puesto de Urán, que se veía amenazado por el italiano Fabio Aru, la revelación de este Giro. La diferencia entre los dos era de solo 41 segundos, pero este domingo eso ya es historia.

Movistar puso el paso en el grupo. Urán siempre fue a rueda de Aru, nunca lo perdió de vista. Una vez en el ascenso final, en el que se encontraron rampas hasta del 22 por ciento de inclinación, allí donde pueden más las ganas, el pundonor que la fuerza de las piernas, Nairo y Rigoberto prendieron el grupo, apretaron el paso y dejaron atrás a sus rivales, quienes, como en casi todo el Giro, perdieron la rueda de los colombianos.

El reloj era el juez. La diferencia, a 4 kilómetros de la llegada donde las rampas eran más exigentes, llegó a ponerse por encima de los 30 segundos. La meta se cumplía.

Pocas, muy pocas veces Quintana pasó al frente. No tenía por qué hacerlo, pues la labor de Poels fue espectacular, la de un verdadero coequipero, el hombre que se entrega por su jefe, en este caso Urán, quien a dos kilómetros de la llegada se sentía tranquilo, respiró con calma, pues ya nadie podía pelearle el segundo puesto del podio.

La meta se veía cada vez más cerca. Poco importaba que adelante la fuga surtiera efecto, pues la pelea, el desafío del día era defender el 1-2 en la general.

Wouter Poels se convirtió en el gregario de oro de Urán. El holandés siempre le puso paso, le trabajó en toda la subida, mientras que la pareja de moda en el ciclismo mundial, Nairo y Rigoberto, iban a rueda, solo seguían la estela de Poels, que abría el camino, que llevaba a su jefe a confirmarse en el podio, algo que logró kilómetros más adelante.

Los dos entraron juntos en la meta, así como van en la general: Nairo primero, Urán después. Atrás, a 16 segundos, llegó Aru, el rival, quien no pudo con Quintana y Urán. Él, arribó con Domenico Pozzovivo y con Pierre Rolland, que tampoco fueron capaces con la pareja nacional, como los restantes 196 ciclistas que tomaron la salida en Belfast (Irlanda del Norte), el pasado 9 de mayo.

Este domingo, en Trieste, una ciudad del norte de Italia, ubicada a orillas del mar Adriático, fronteriza con Eslovenia y con 205.000 habitantes, aproximadamente, habrá fiesta colombiana. Las banderas tricolores serán izadas, serán sinónimo de una celebración grande, la del título de Nairo Quintana, la del subtítulo de Rigoberto Urán, una hazaña difícil de igualar.

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