En riesgo millonarios negocios por pelea de TV
Aunque la Autoridad Nacional de Televisión (Antv) le solicitó a la SIC la suspensión de las medidas judiciales, el silencio de la entidad aún deja la puerta abierta para que de ser notificados, los operadores de televisión por cable y satelital cumplan la orden de la SIC y desconecten a RCN y Caracol.
«Nosotros no hemos sido notificados, pero la razón por la que vemos que indudablemente deberíamos cumplir la instrucción de la SIC es porque los canales han comunicado que ya nos dieron la autorización, lo que no han comunicado es que esto está condicionado a un pago», aseguró en su momento el presidente de Claro Colombia, Juan Carlos Archila.
Dicho escenario no podría llegar en un peor momento, a menos de una semana para que se inicie la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014, y a escasos días para que se adelante la segunda vuelta en las elecciones presidenciales en el país. Estos dos hechos precisamente, mueven millonarios montos en materia de publicidad.
Cifras de Asomedios muestran que en el primer y segundo trimestre de 2010, año en el que también hubo Mundial y elecciones, la pauta publicitaria de la televisión nacional se incrementó 23 por ciento y 24 por ciento respectivamente.
En 2013, la pauta que quedó en manos de los canales de televisión fue de casi 1,1 billones de pesos, cifra que según cálculos de fuentes especializadas, se podría incrementar en cerca de 30 por ciento al menos en el segundo y tercer trimestre, en buena parte por cuenta de la participación de Colombia en el Mundial.
Dicha pauta, que empresas como Caracol y RCN ya habrían vendido, se podría reducir en cerca de un 75 por ciento (este es el rating que generan los usuarios de televisión por cable). En el actual modelo de publicidad que manejan buena parte de los medios, los anunciantes pagan sobre un estimado de rating, sin embargo cuando dichas expectativas no se cumplen, los anunciantes son reembolsados dependiendo de la audiencia real que se haya generado.
Los canales, que defienden su postura y aseguran que no están condicionando el permiso que han entregado, confían en que los cableoperadores cumplan con su obligación de transmitir la señal. Sin embargo, la última palabra en este capítulo la a va a tener la SIC, que tendrá que definir si sigue adelante con el proceso judicial mediante la notificación a los operadores de cable, o si da marcha atrás y de paso evita que este conflicto tenga consecuencias de billonarias proporciones.