Clara López y Aída Avella anuncian que seguirán en la oposición
Las dirigentes expidieron una declaración pública en la que agradecen el definitivo aporte de la izquierda en favor de la salida negociada del conflicto colombiano que encarna el presidente Juan Manuel Santos.
La excandidata de la coalición del Polo Democrático y Marcha Patriótica, Clara López descartó este lunes la posibilidad de integrar el nuevo gabinete de gobierno, a pesar de que su coalición brindó apoyo electoral al reelegido mandatario durante la segunda vuelta.
López en declaraciones a la emisora La F.m. señaló este lunes que buscará “los caminos de una oposición firme y reflexiva pero que sepa entender que se necesita su concurso y apoyo en el proceso de paz”, además indicó que de llegar a darse un ofrecimiento por parte del Ejecutivo para que ocupe alguna cartera, la líder del polo Democrático dijo: “definitivamente no”.
Agregó que hacer parte del nuevo gabinete “no está en los parámetros de nuestro apoyo al presidente Juan Manuel Santos. Apoyamos la paz sin comprometer nuestra independencia”.
Sin embargo, la excandidata presidencial reconoció que la alianza entre el gobierno y la izquierda es “inédita” en la historia política colombiana.
“Lo que viene adelante es la difícil tarea de Gobierno-oposición que se tendrá que sortear no solo en el Congreso, sino en la plaza pública cuando llegue la refrendación del proceso de paz”, anotó.
El texto de la declaración es la siguiente:
CUMPLIMOS, GANÓ LA PAZ CON EL APORTE DE LA IZQUIERDA DEMOCRÁTICA
CLARA LOPEZ OBREGÓN – AIDA AVELLA
1. Agradecimiento profundo al pueblo colombiano por haber respaldado de manera tan contundente el proceso de paz. definitivamente la paz es el camino, la reconciliación hoy es un mandato inapelable que debemos asumir todos y todas, con entereza y con firmeza.
2. Señor presidente hay un compromiso esencial que nos llevó a asumir el respaldo a su candidatura: el compromiso con la construcción de la paz. Esperamos plenas garantías al Polo Democrático Alternativo, a la Unión Patriótica, al conjunto del movimiento social y a los movimientos sociales y políticos alternativos para ejercer la oposición.
3. La construcción de la paz implica comprometer la conducción del Estado con la firma de acuerdos de terminación del conflicto con las FARC y el ELN. No obstante el proceso de negociación con las FARC requiere ajustes: además de la incorporación de la mujer y de las víctimas en el lugar protagónico que les corresponde en el punto cuatro de la agenda como sucedió en los últimos días, se debe establecer un sistema de información que prepare a la sociedad y a las instituciones para el posterior proceso de refrendación. Por ello seguiremos insistiendo, como lo hicimos a lo largo de la campaña presidencial, en la necesidad de negociar un cese al fuego.
4. Al reiterar que seguiremos ejerciendo la oposición, continuaremos abogando por un cambio en el modelo económico, la renegociación de los TLC para recuperar soberanía sobre importantes herramientas de política económica, la reindustrialización del país y el rescate del agro colombiano en aras de conseguir el pleno empleo con remuneración decente para la fuerza laboral. Insistiremos en la educación, la salud, la alimentación y la pensión como derechos y en una reforma de la justicia que la despolitice y haga plausible la eliminación de la impunidad, entre tantas otras propuestas que llevamos dentro de nuestra propuesta de cambio al pueblo colombiano.
5. Las garantías a la oposición implican en primer lugar la preservación del derecho a la vida, lo que implica que el Estado debe comprometer toda su capacidad en desactivar las maquinarias de guerra responsables del exterminio de la Unión Patriótica y del asesinato y muerte de líderes sociales y políticos en las últimas décadas. Las garantías a la oposición implican el acceso de la oposición a los medios de comunicación del Estado y a la dirección de los órganos de control y fiscalización, al Consejo Nacional Electoral, la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores y la Junta Directiva del banco de la República.
6. Se requiere que la arquitectura institucional del Estado, los partidos, movimientos sociales y políticos, gremios, organizaciones sindicales, organizaciones sociales y comunitarias, el movimiento campesino, las organizaciones cívicas, dispongan de una plataforma amplia, representativa, incluyente, para la interlocución, la deliberación pública y la concertación amplia y democrática de la orientación estratégica de la agenda de reformas que demanda el periodo de transición que debemos enfrentar en el posconflicto.
7. Estaremos vigilantes de los compromisos que adquirió usted con el pueblo colombianos en los días finales de la campaña presidencial anunciados en Bosa y en el Hotel del Parque en Bogotá ante militantes y dirigentes de nuestros partidos: educación pública superior gratuita, extensión progresiva del mínimo vital de agua potable. Introducida en Bogotá a los sectores vulnerables de todo el país, aumento del 50% del estipendio al adulto mayor con universalización de coberturas, interlocución con los estamentos de pacientes trabajadores y profesionales de la reforma al sistema de salud que incluirá el criterio de la salud como derecho y no como negocio y el reconocimiento de la oposición de izquierda y de la movilización social.
8. La función constitucional de la oposición como control político y formulación de alternativa debe preservar la capacidad crítica, fundada en la argumentación reflexiva, analítica, propositiva, que supere el recurso fácil de la violencia y la polarización en el lenguaje, que le oponga al histrionismo grandilocuente la reflexión tranquila y serena que demandan los procesos de reformas y reconstrucción institucional que exigirá el posconflicto y la alternancia en el poder que deberá surgir de la ampliación de nuestra frágil democracia en el proceso de construcción paz y reconciliación. Desde esta orilla estamos listas para asumir este desafío.