“Contribuyamos a la no polarización, a la transparencia y al Diálogo Social”
1- El mejor camino para la paz es el de la no polarización y desarme de la palabra. Considero que para el presente y futuro de Colombia el nivel de intolerancia de algunos candidatos y candidatas a la Presidencia y la Vicepresidencia de la República son negativos, porque con sus opiniones no están contribuyendo a estimular el diálogo, el entendimiento, el perdón y la reconciliación que tanto necesitamos en Colombia.
Son preocupantes algunos hechos de intolerancia y de insensibilidad en la población, como ya lo estamos viendo en Barranquilla con la protesta social a raíz de la deficiente prestación del servicio de energía por parte de la empresa Electricaribe; con la señora que confesó el asesinato de sus dos hijos de 9 y 11 años en un barrio de Bogotá, con el asesinato de un joven por defender un perro en Envigado, Antioquia o el del comerciante que en el centro de Bogotá prefirió arrojarle ácido en el cuerpo a un trabajador en lugar de pagarle unos pesos por el trabajo que él había realizado.
La justicia, los gobernantes y la población no podemos permanecer insensibles frente a estas realidades que no tienen perdón de Dios. A esta falta de respeto por la vida humana no podemos responder con más indiferencia o más polarización, sino con el rechazo frontal a los mismos, con la solidaridad y la equidad social.
Con todo respeto considero que los servidores públicos, incluso los candidatos a la Presidencia y a la Vicepresidencia de la República, somos los primeros que tenemos que dar ejemplo de tolerancia y desarmar la palabra.
Desde los cargos que tenemos o que se van a tener debemos contribuir a un país abierto al dialogo, tolerante y donde predomine el respeto a la diferencia y a la convivencia pacífica. No olvidemos que al final de cuentas el mejor maestro es el ejemplo.
2- La población colombiana está sorprendida por lo que ha estado pasando con los casos de los señores Andrés Sepúlveda, J.J Rendón y Germán Chica.
En el primer caso la Fiscalía General de la Nación, dentro de sus labores constitucionales, allanó unas oficinas y detuvo al señor Sepúlveda. Es preocupante que cualquier persona, o el propio Estado, lleguen a violentar el derecho a la intimidad y a la privacidad de las personas, derechos fundamentales que están amparados en la Constitución Nacional.
En tal sentido, lo mejor que puede hacer el señor Andrés Sepúlveda y dentro de su derecho al debido proceso, es informar a la Fiscalía General de la Nación, al Estado y a la sociedad colombiana qué fue lo que realmente pasó, para dónde iba la información recolectada, para quién o quiénes trabajaba y quién le pagaba por la información suministrada, porque las personas debemos tener el derecho a no seguir siendo interceptadas ilegalmente y vivir en paz.
Dentro del derecho a saber la verdad, también considero que el señor J.J Rendón y Germán Chica tienen el deber con la Fiscalía General de la Nación, el Gobierno y la población colombiana a que digan con completa certeza y veracidad qué fue lo que realmente pasó ante las acusaciones que les están haciendo actualmente.
El futuro de la paz en Colombia dependerá de que todos contribuyamos al logro de la verdad, de la justicia, de la reparación, del perdón y la reconciliación. La verdad no la necesitamos para que haya nuevas retaliaciones o justicia por las propias manos, la necesitamos para que todos y todas, junto con las víctimas y victimarios del conflicto armado interno del país, podamos sanar heridas y convivir de manera pacífica.
3- Frente a la actual protesta que están adelantando un grupo de campesinos y otras personas en nuestro país, creo que el más interesado en la solución pacífica de las mismas debe ser el propio gobierno.
En esa perspectiva, me parece precipitado que el señor Ministro de Agricultura haya suspendido temporalmente el Diálogo Social hasta el próximo 13 de mayo. Las conversaciones, que muy positivamente se han venido adelantando entre las dos partes, deben continuar hasta que los voceros del gobierno y de los campesinos logren los acuerdos que permitan poner fin al paro campesino.