Abstención con cuenta de cobro
Los casi cuatro millones de votos obtenidos por el candidato del Centro Democrático Oscar Iván Zuluaga, y su discurso pronunciado desde la sede de su campaña en tono conciliador, marcan la pauta para predecir que la segunda vuelta será menos traumática y que el presidente/candidato, debe pensar, que le va tocar enfrentarse con la cruda realidad de su desgobierno, y del País, que va a entregar a los Colombianos el próximo siete de agosto.
No podemos tapar el sol con la manos, el discurso pronunciada por Oscar Iván Zuluaga, no es romántico, es de una semántica clara y ponderada, donde lógica y razón van cogidos de la mano; el análisis y propuestas presentados dando a escoger a los votantes entre lo mismo y el cambio, pone a reflexionar a cualquiera, muy seguramente que los millones de televidentes que escucharon su alocución, que aún no han tomado su decisión, lo deben estar pensando muy seriamente.
Nunca en nuestro País se había registrado una abstención de tal magnitud como la del domingo 25 de mayo que superó el 60%. Sobre este hecho convergen varios factores: el primero de ellos es atribuible al proceso de paz, que no obstante languidecer en el corazón de la mayoría de los colombianos por su falta de coherencia y programas para su desarrollo, el Presidente Santos continúa enarbolándolo como bandera para su reelección.
Toda la mermelada que se repartió entre los politiqueros de turno, especialmente en la Costa Atlántica y Pacífica, que las curules para las elecciones parlamentarias del mes de marzo, fueron más que compradas, quedaron en manos de personas que ni siquiera han pasado por un concejo municipal y de escasa preparación, es otro de los desaciertos de su gobierno.
El gran perdedor de las elecciones presidenciales del domingo en primera vuelta, indudablemente que fue el presidente/candidato Juan Manuel Santos, que como jefe de Estado bajó la dignidad de la majestad presidencial-, patrimonio de todos-, a su mínima expresión, pero no propiamente por el debate electoral en sí, donde se presentaron todo tipo de oprobios y falsas imputaciones contra su principal contendor Oscar Iván Zuluaga, sino, también por el pésimo gobierno que ha desarrollado y que para fortuna de todos vence el 7 de agosto del presente año.
Si hacemos una balance de su gestión, nos encontramos con un memorial de promesas incumplidas, que los Colombianos esperan resarcir en el próximo cuatrienio que empieza Dios mediante a partir del 7 de agosto cuando asuma sus funciones como presidente de los Colombianos, el candidato del Centro Democrático doctor Oscar Iván Zuluaga.
Los paros agrarios que se han venido presentando en los últimos meses y que toda vía no se han solucionado, son la clara muestra de una Colombia rural en ruinas, donde nuestros campesinos continúan padeciendo hambre y miseria.
Por eso abogamos para que en el nuevo gobierno se institucionalice el programa: Desarrollo Rural Integrado, donde están consignadas todas las políticas del sector y que es de urgente realización.