El abstencionismo
En esta època de campaña electoral se escuchan frases de ciudadanos como las de, “no creo en los políticos“, “estoy hastiado de la corrupción “, los políticos prometen y prometen y no cumplen nada“, “ solo me entero de las elecciones por las noticias “,”los mismos con las mismas”.
El llamado abstencionismo puede tener su origen en el rechazo a las políticas gubernamentales, a un sistema electoral que no ofrece garantías, (se informa de una ex registradora de Manizales investigada por presunto fraude electoral), a la falta de propuestas serias y de contenido social por parte de los partidos o de los candidatos, como protesta por la situación social, económica y política de la Nación, o la más significativa un conformismo con el status quo.
Es indudable que esa conducta ciudadana de ser indiferente a los procesos eleccionarios tiene incidencia sobre la suerte del país, al permitir que con su negatividad una franja minoritaria defina el futuro de la Nación, alcanzando las corporaciones públicas, con los resultados ampliamente conocidos por la opinión ciudadana.
De acuerdo a estudios académicos sobre el tema, se ha demostrado que los habitantes de los estratos 4, 5, y 6, son los que menos votan, pero paradójicamente son los que al día siguiente de las elecciones inician el cabildeo para usufructuar las mieles del poder, buscando ser vinculados a la nómina estatal o participando en la contratación pública.
Lo cierto es que en una elección se ventilan diferentes factores que van desde el apoyo al gobierno de turno, a la oposición, una conducta abstencionista, o una posición temporal de indecisión, sin desconocer la presencia de un descontento permanente, pero que a la hora de manifestarse en las urnas no se ve reflejado, lo que debe generar serios interrogantes de lo que realmente está pasando en la sociedad colombiana.
Se debe crear conciencia de la necesidad de participar en los certámenes electorales, si es que deseamos cambios en las políticas de gobierno, y se pueda con autoridad formular las críticas y cuestionamientos al gobernante de turno o a la representación popular.
Pero esas alternativas de disenso solo lo da el voto, en sus diferentes modalidades, bien a favor de un candidato o de una lista cerrada o el voto en blanco, como una expresión política de disconformidad que produce efectos políticos, por cuanto de acuerdo con la legislación vigente y jurisprudencias de la Corte constitucional,( ver Sentencia C490 de 2011- que declaró la exequibilidad de la ley 1475 de la reforma política), si el voto en blanco constituye mayoría, deberá repetirse por una sola vez la votación para elegir miembros de una Corporación pública, gobernador o alcalde, con el efecto jurídico político que en las elecciones unipersonales no podrán presentarse los mismos candidatos, situación que opera para la primera vuelta de la elección presidencial.
He ahí una alternativa para canalizar el descontento social y rechazo a un mal sistema de gobierno o la oportunidad de sanear el ejercicio partidista de tanto dirigente de dudoso cuño, fomentando una democracia incluyente con la aparición en el escenario de nuevas figuras en la dirigencia nacional y regional.
Los resultados de las próximas elecciones servirán de termómetro para que los estudiosos del tema, nos indiquen si estamos frente a un problema netamente político o de carácter social. Por lo pronto seguirá vigente el dicho: “Si usted no vota, no cuenta “.
ADENDA: OTRA VEZ LA JUSTICIA .No hay semana en donde no se aluda a cuestionamientos al funcionamiento de la rama judicial en su aspecto penal, excarcelaciones al parecer mal concedidas, otorgamiento de arresto domiciliario a sindicados de máxima peligrosidad, fuga de presos con la connivencia de funcionarios estatales, que hace pensar que algo está pasando en la estructura jurisdiccional y debe merecer la mayor atención de las corporaciones superiores.
El panorama gris que se plantea no escapa a las otras jurisdicciones en donde el usuario debe soportar con paciencia la definición de sus pretensiones , en donde impera la transgresión de los términos legales, indebida interpretación de las normas jurídicas, desconocimiento de la jurisprudencia nacional vigente, evidentes errores jurisdiccionales, que originan declaraciones de prensa de los nuevos dignatarios de las altas Cortes en donde aluden a la crisis de la justicia y exponen posibles soluciones que no aplican al interior de sus propias instituciones, dejándose llevar por la sonoridad del micrófono y el brillo de las cámaras de televisión .
Seguramente en esta campaña presidencial se abordará el tema de la reforma a la justicia, esa misma que prohijó el candidato presidente en donde se pasó de consensuada a negociada, generando una reacción colectiva por lo que allí se pactaba, reforma que anuncia el señor Ministro de justicia en reportaje concedido a un diario nacional el pasado domingo.
Quisiéramos conocer que se plantea en materia de seguridad jurídica, para recobrar la confianza ciudadana, como tener una justicia funcional , con una mayor operatividad, que se está diseñando para frenar la corrupción en el funcionamiento del aparato judicial, como dignificamos el ejercicio judicial modificando la forma de acceder a las altas corporaciones estableciendo concursos públicos y abiertos ante el fracaso del actual sistema, independiente de la edad de ingreso y retiro, con un ejercicio centrado en los temas procesales, sin injerencia alguna en aspectos electorales.
De igual manera, como será la reestructuración de la Sala administrativa del Consejo Superior de la judicatura, y la de su par la jurisdiccional disciplinaria que tantos dolores de cabeza le ha causado a la institucionalidad con la facultad del conocimiento de tutelas, un acceso a la justicia sin barreras como el arancel judicial, parafiscalidad defendida por el ministro,( la justicia como servicio público debe ser garantizada con recursos del presupuesto nacional ), un seguimiento riguroso con consecuencias en la carrera judicial al factor eficiencia y control de rendimiento de los funcionarios, y muchas otros interrogantes que expondremos a futuro, relacionados con la pregunta que a diario se formulan los usuarios de la justicia y que debe ser el objetivo primordial de cualquier reforma:.? Que hacer para que los fallos judiciales se profieran a tiempo?
Reforma que se discuta, debe estar dirigida en beneficio del ciudadano como usuario de la justicia, dejando a un lado las soluciones coyunturales como la de establecer estímulos económicos para la descongestión, idea que se plasmó en el pasado, constituyendo un ingrediente pernicioso para el desarrollo de la actividad jurisdiccional.
Bogotá, Febrero 4 de 2014.
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