Más restricciones al etanol de maíz en UE
Así lo advirtió Mark Wolthuis, directivo de la compañía holandesa Argos, quien asistió en días pasados al foro v F.O. Licht’s Ethanol Latin America, el cual se llevó a cabo en la ciudad de Cali.
La directiva europea plantea las metas conocidas como 20-20-20 en 2020. Esto hace referencia a que se deben reducir en 20% las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), el 20% de la energía utilizada debe ser renovable y se debe reducir en 20% el uso de energía primaria.
El experto explicó que específicamente para el uso de energía en transporte, se establece que la energía renovable debe participar en 5,75% en términos energéticos, lo cual se traduce en un uso en volumen de 10% para vehículos livianos.
Adicionalmente, la directiva establece términos de calidad para los combustibles, de manera que en las cadenas de combustibles fósiles se debe reducir la intensidad de carbono en 6%.
“Para los biocombustibles, también se hacen unos requerimientos: estos deben reducir al menos en 35% la emisión de gases efecto invernadero (GEI). Las metas se hacen más exigentes con el paso del tiempo: en el 2017 deben reducir 50% y para las plantas productoras de biocombustibles construidas a partir de 2018 sus biocombustibles deben reducir el 60% de GEI. Las metodologías para realizar estas mediciones ya se encuentran establecidas”, sostuvo Wolthuis.
Agrega que la mayor implicación de estas exigencias es que en Europa solamente serán bienvenidos los biocombustibles de segunda generación (producidos a partir de celulosa, por ejemplo) o el bioetanol de caña de azúcar. Esto claramente cierra las puertas al alcohol de maíz, el cual es ampliamente producido en Estados Unidos.
En este sentido, los biocombustibles que tengan una emisión de GEI inferior a la línea punteada roja (ver gráfico), serán los únicos bienvenidos al mercado europeo después de 2018: bioetanol de caña de azúcar y de segunda generación.
Viene al caso recordar que con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio que Colombia firmó con Estados Unidos, al país ingresaron 2 millones de galones de etanol de maíz (cerca de 8 millones de litros), por cuenta de la empresa distribuidora de combustibles Terpel, que es operada por inversionistas chilenos.
