«La iniciativa del senador Benedetti condena a personas que ejercen la prostitución a la miseria»
El senador, quien ya adelantó una audiencia pública al respecto, manifestó que el proyecto como está estructurado puede producir el efecto contrario, y es el de incentivar la práctica de la prostitución.
«El proyecto de ley nos embarca en el viaje de laboralizar el fenómeno de la prostitución. Si bien lo hemos expresado, la prostitución individual no es un delito por la «libertad» con la que cuentan las mujeres de escoger y decidir sobre muchos aspectos de su oficio, muy diferente a un escenario donde exista el control y la subordinación en la relación o contrato de trabajo entre establecimiento o proxeneta y trabajadora sexual donde este tipo de libertades serán principalmente dominadas por el empleador u ofertante del trabajo. Se van a favorecer y legalizar a las mafias de explotación que están detrás de la prostitución», dijo el senador Ospina.
Agregó que muchos aspectos preocupan del proyecto como está presentado, como por ejemplo, «manejando una óptica, netamente comercial no podían faltar las cifras sobre los salarios del trabajo sexual que se caracterizan por sus grandes extremos entre la marginalidad y la opulencia, pero con una media que no supera los 2 salarios mínimos que en la lógica comercial y en ningún operación de matemática simple compensa los riesgos a la integridad, a la dignidad humana, a la salud y a la vida por las enfermedades infectocontagiosas que esta actividad conlleva».
Ahora, dice el legislador, también hay un elevado consumo de alcohol, de drogas psicoactivas y de rechazo a clientes, entre la población trabajadora sexual y los mismos clientes. Es un círculo vicioso que engrosa las ganancias de las bandas dedicadas al microtráfico que conviven con las de la prostitución o trata de perdonas. Ni hablar del maltrato físico y sicológico a que son sometidas las y los trabajadores sexuales.
Agrega que este proyecto, del senador Armando Benedetti, no ve la realidad de la calle, y, al legalizar, además de acabar o golpear a las que se encuentran en la calle, que son la gran mayoría, va a generar un contrato laboral que incentivaría a las jóvenes a que entren a la prostitución.
El senador Ospina Gómez también se refirió a lo declarado por las propias trabajadoras sexuales de calle que asistieron a la audiencia y que rechazaron la actitud del gobierno de dar garantías a los desmovilizados armados, pero ninguna a quienes trabajan o trabajaron con su cuerpo. «Me parece muy triste, porque es una sociedad que hace discriminación negativa, entonces se le da casa, carro y beca y a las chicas que están en esta desprotección, entonces, son los enemigos de la sociedad», puntualizó.