Pindamá de los Zerrillos
Paralelamente se devela toda la cronología y los propietarios de Haciendas que han sido emblemáticas en la región, como El Tablazo, Atanasio Brito, Paiba y otras.
Dicha publicación es el resultado de muchos años de investigación en varios archivos históricos de España y los nacionales de Cartago, Popayán y Bogotá. En estos procesos ha estado presente el historiador Hernando Palomino, conocedor profundo de la historia de la región, pero especialmente la de Cartago.
La historia de Pereira ha sido escrita básicamente por cronistas que tuvieron el privilegio de recoger una tradición oral sobre los orígenes del poblado. Pero infortunadamente, en lo que tiene que ver con la consulta de archivos, ha sido muy escasa y digamos que en gran medida hay una ausencia de documentos de los protagonistas de la fundación de Cartago la Antigua, debido a la orden dada a mediados del siglo pasado por un alcalde de Cartago para que incineraran todos los archivos históricos debido a que estaban muy viejos y no se entendían.
De allí que es muy meritorio el trabajo que ha realizada Amparo, quien se define como investigadora antes que historiadora. Pienso que lo uno va con lo otro, en la medida que el historiador se hace preguntas, interroga el pasado para comprender ciertos fenómenos del presente. Y eso es lo que hace Amparo Jaramillo cuando reconstruye de una manera cronológica todo lo que fue la actividad realizada en el actual Cerritos, centrada en la tradición de los títulos de la Hacienda del Tablazo, de la cual hoy conserva una hermosa casa y parte de esos terrenos con el nombre de Castilla. Nombre que evoca la tradición española que tuvo un continuo con sus propietarios de ese origen, hasta llegar a la etapa republicana en la cual los antepasados de Amparo adquieren dichos predios.
El libro que Amparo entrega a la ciudad de Pereira como regalo en su sesquicentenario, sin duda alguna es una pieza fundamental para el proceso de reconstrucción de tan importante área del municipio de Pereira, sobre todo porque con esa base documental se podrá tejer paralelamente lo que fue la historia de la comunidad indígena asentada en Pindaná hasta el año 1874 cuando fue abolido el resguardo de origen colonial. Pero también, la de los esclavos que en el siglo XVIII hicieron presencia en el área que hoy ocupa la ciudad de Pereira, procedentes de Cartago y quienes establecieron un palenque con el nombre de Jagual de Pureza. Hay una estrecha relación entre el establecimiento del palenque y la intervención de intervención de la comunidad indígena, porque fueron precisamente algunos de sus miembros quienes les señalaron el camino a seguir para estar alejados de sus amos.
Finalmente, de un período en el cual se ha considerado que el actual Pereira o el territorio de Cartagoviejo, se trae a colación gran cantidad de hechos que enriquecen la historia regional. La pasión que siente Amparo por este tema ha sido sin duda el motor que le ha permitido persistir, trasegar por una actividad que desafortunadamente cuenta con escaso o nulo respaldo institucional y por lo mismo podríamos decir que nos encontramos ante una publicación que tiene el mérito de aportar elementos básicos para la reconstrucción histórica de la región y de otro lado, su desinteresado esfuerzo.
Felicitaciones para Amparo Jaramillo y nos congratulamos con el extraordinario regalo que ha recibido la ciudad.