Juez ordena usar la fuerza contra una Niña y desconoce a su Papá
Es un hecho sin precedentes y con desconocimiento de las normas de la infancia que prohíben el uso de la fuerza y de cualquier forma de violencia en contra de los niños, las niñas y los adolescentes.
La Juez desconoce así las normas de la Convención Universal de los Derechos de los Niños, las Niñas y los Adolescentes, acogidas por el gobierno colombiano, que prohíben el uso de la fuerza incluso contra aquellos que han infringido la ley, que no es el caso de esta niña quien, al contrario, fue víctima de abuso.
El papá de la niña, Santiago Rodríguez, en defensa de su hija, ha hecho un llamado a las autoridades y a la madre de la niña al diálogo y a la cordura; presentó denuncias en derechos humanos de la Personería de Medellín e interpuso una tutela para proteger a su hija, con quien ha compartido activamente los once años de vida de la niña, le brinda afecto, amor, alimentos y apoyo.
Simultáneamente también en un hecho sin precedentes, en la tutela que se acaba de fallar el Tribunal Sala de Familia de Medellín le negó al padre su calidad de familia de la niña y avaló el uso de la fuerza policial ordenado en su contra. “En Colombia los papás no tenemos derechos sobre nuestros hijos, las autoridades no nos oyen, mi hija tiene derecho a decidir con quién quiere vivir”, afirmó Santiago Rodríguez.
El fallo de tutela aún no se ha apelado y no está en firme si se protege o no a la niña en su derecho a no ser separada de su papá y de no ser objeto de medidas de fuerza, pero hoy nuevamente la Juez ha ordenado a la Policía Metropolitana de Medellín que “ubiquen a la niña y la trasladen al ICBF, con apoyo del Instituto”. La tratan aplicándole las normas que existen en la legislación colombiana sobre cosas, no como una persona. Lo más grave es que un Juez Penal acaba de reconocerle a la niña la calidad de víctima de conductas penales del ICBF que incidieron en las decisiones de custodia de la niña y que hoy la tienen en grave peligro”, dijo su padre.
El padre de la niña suplica que respeten la voluntad de su hija, su integridad, su dignidad y que no hagan uso de la fuerza en su contra como lo hicieron el 18 de septiembre, día en que la autoridades irrumpieron y trataron de sacar a la fuerza a la niña de su Colegio, situación que le trajo graves daños personales y académicos a la niña y la sumió en una gran depresión pues la niña se niega a abandonar su hogar y se siente perseguida por las autoridades, quienes, según lo afirma la niña, “le dañaron su vida”, pues no se siente tranquila y tiene temor de ser llevada a donde no quiere y se resiste a ir.