3 de octubre de 2024

¿Un provinciano a la presidencia?

6 de noviembre de 2013

hernando salazarAhora Oscar Iván, que es de provincia, de una provincia muy provinciana y así haya sido destacado como el mejor senador en su año legislativo y como mejor ministro de hacienda -lo mismo que hace poco le dieron ese título a Cárdenas, pero de él sí no se atreven a burlarse, ni siquiera por solucionar el paro de los campesinos con la plata que habían prometido devolvernos del cuatro por mil ( o sea que el paro fue contra nosotros)- lo único que le destacan ( o que aceptan) es su premio como mejor alcalde de su pueblo, con lo que corroboran que no puede ser eficaz sino como funcionario municipal.

Léase entre líneas, por favor y verán que es sólo (¿apenas?) eso. «Déjà vu». No es ninguna novedad. Artículos muy semejantes ha escrito este columnista ( Klim también lo hacía y peor si era negro) y conceptos casi iguales emiten en esa «chirriadísima» rosca que maneja la política nacional desde la capital, cuando la geografía da un brinco más allá de la Sabana (con excepción de la Costa o Popayán, ésta más aristocrática todavía que el criadero de ovejas escogido por Jiménez de Quesada) y cae sobre estas arriscadas montañas. Para no ir más lejos, en buena parte la animadversión que suscita Uribe en los clubes exclusivos de nuestra Atenas, independiente de si es justa o no, tiene causa similar, la que estimula esos rolísimos chscarrillos sobre su montañerada, que se debe no tanto a ser antioqueño, sino ¡paisa! Y eso chilla en cualquier salón.

Cómo nos dejamos meter el dedo de la Gran Prensa y de los medios en la maximización y minimización de personajes. A esos lectores acríticos, ya los veremos (perdón, ya los verán), votando  para la presidencia por Simoncito o por Armandito Benedetti, construcciones absolutamente mediáticas, o por uno de esos lagartos legatarios de martirio como los Galán.