8 de octubre de 2024

Falleció Hernando Trujillo

19 de noviembre de 2013
19 de noviembre de 2013

A las 4:15 p.m. de este lunes se realizó una misa en Campos de Paz en Medellín. De igual modo señalaron que las cenizas del empresario paisa serán llevadas a Angostura, su pueblo natal, así como que la próxima semana se celebrará otra misa en Bogotá para despedirlo.

En marzo de este año, la marca Hernando Trujillo anunció que entraba en proceso liquidación afectada, en buena parte, por el flagelo del contrabando y por la competencia internacional.

Hernando Trujillo nació en 1921 en Angostura (Antioquia). Amante de la estética, el buen gusto y el diseño, el hijo de Carlos Antonio Trujillo y Pastora Cárdenas se trasladó desde los 11 años a Medellín a estudiar con la comunidad de los Salesianos, en donde adquirió formación técnica.

Ante la poca afinidad con la tipografía, un sacerdote lo involucró en el mundo de las telas, el dedal y la aguja.

A los 17 años, pocos días antes de graduarse de la educación secundaria y con el conocimiento de la técnica, pierde a su padre y se vuelve un joven ‘jefe de hogar’, que debe sostener a su madre y a sus hermanos menores.

Hacia el año 42 se abrió Confecciones Colombia, con su marca, Everfit, y Hernando Trujillo se vincula como obrero. Aprovechó la cercanía con directores técnicos y diseñadores extranjeros para aprender, mientras ellos detectaban sus habilidades. Eso lo llevó a ser asistente del director técnico.

El paso por esa compañía le proporcionó el conocimiento en temas empresariales, como complemento de la experiencia en la confección.

Cinco años más tarde, don Hernando, se casó con Oliva Palacios, también de Angostura, con quien tuvo seis hijos.

Con ella, continuó trabajando para clientes desde su taller particular mientras iba a la empresa pionera de la confección. A partir de entonces, Hernando Trujillo empezó a soñar con su empresa propia.

Con el reconocimiento que ganó en el sector, lo llamaron los hermanos Valencia, de Pereira, para apoyar el crecimiento de lo que sería Valher.

Sin cumplir todavía el sueño, en el año 58 Trujillo se trasladó a Bogotá porque los hermanos Galindo lo invitaron a trabajar para la firma Hermega.

Instalado en la capital, montó lo que él llamó ‘el chuzo’, un taller pequeño en la zona industrial de Bogotá, que administraba. Cosía por las noches y los fines de semana. Cuando tomó la decisión de independizarse, entre sus clientes estaba la cadena de comercio Sears.

Los más cercanos dicen que mantuvo criterios que en su vida empresarial y personal que no ha negociado: la calidad, el buen gusto, la estética y la concepción del traje como una obra de arte.
En 1968, tras acumular un inventario de prendas, montó su primer almacén en Chapinero, la zona más elegante de la capital.

Un freno productivo y emocional para la familia de don Hernando fue la muerte de su esposa en el año 73. Tres años más tarde, se unió a María Eugenia Palacio, con quien compartió su vida hasta el final, y tuvo otro hijo.

Acompañado por su familia, Trujillo levantó una marca con locales nacionales y en el exterior. Estuvo activo hasta hace más de 10 años en la compañía, pero sus dolencias lo obligaron a irse a Medellín, donde residió hasta el día de su muerte.

Tras un protocolo de familia que se firmó en el 2005, y el paso de dos ejecutivos ajenos a la familia, su hija Sara, la menor, asumió la gerencia general, bajo los postulados de la empresa que construyó su padre.

Sin embargo, la competencia con nuevas marcas, las importaciones chinas y los costos laborales obligaron a la liquidación de la sociedad Diseños y Confecciones HT S. A., noticia que impactó en el mundo empresarial y afligió a don Hernando. La familia queda a la espera de lo que pueda hacer la tercera generación con la marca, ya que esta no entró en el proceso.