14 de octubre de 2024

Se revierte tendencia de inversión en la economía colombiana: Jerónimo Uribe

21 de octubre de 2013
21 de octubre de 2013

En el artículo, retuitiado por el exmandatario, Jerónimo hace las siguientes precisiones:

Inversión tasa de inversión

Mi conclusión personal es que el gobierno todavía tiene inercia petrolera para mostrar – las edificaciones y obras civiles también han ayudado este año – y Colombia sigue teniendo una posición relativa muy favorable. Sin embargo, hemos perdido competitividad y atractividad, lo cual se refleja en las menores tasas de crecimiento de la inversión tanto extranjera como total; si bien ha seguido creciendo hay un cambio claro de tendencia. El legado de este gobierno en todos los aspectos, es un cambio muy nocivo de tendencia, que todavía no ha repercutido fuertemente en los indicadores agregados.

Definiciones

1. Inversión = Formación Bruta de Capital (FBK) = Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF) + Variación de existencias. La inversión ha crecido todos los trimestres, pero su tasa de crecimiento ha caído. La inversión se concentra principalmente en sector petrolero, edificaciones y obras civiles; en los demás sectores comienza a ser muy baja o negativa.

2. Tasa de Inversión = Inversión/PIB. Esta se mantiene alrededor del 27.5%. Aún cuando la inversión crece, la tasa de inversión puede decrecer, si el crecimiento porcentual de la inversión es inferior al crecimiento porcentual del PIB. Por ejemplo, en el cuarto trimestre del 2012, el PIB creció 3.1% y la inversión 3%, por ende, la tasa de inversión debió haber decrecido.

Sector externo

Hechos

Los resultados consolidados de la balanza de pagos en el 2do semestre son positivos en términos netos, a pesar de la persistencia del déficit de cuenta corriente, el cual se ubica en el 3.2% del PIB. Este déficit es compensado por un superávit en la balanza de capitales del 5.4% del PIB. Con respecto al 2012, crece tanto el déficit en la cuenta corriente como el superávit en la cuenta de capitales.

En cuanto a la cuenta corriente, las exportaciones de energéticos y metales jalonan el superávit en bienes; sin embargo, dicho superávit se contrae con respecto al año anterior dada la disminución en las exportaciones tradicionales, afectadas por los menores volúmenes de carbón y menores precios de los metales y café. La balanza de bienes sigue siendo altamente dependiente del petróleo, carbón, ferroniquel, café, flores y banano, los cuales componen aproximadamente el 70% de las exportaciones – petróleo y derivados 54%. La caída de importaciones se da únicamente por la disminución en los bienes intermedios y de capital, ya que hay crecimiento importante (5.1%) en las importaciones de bienes de consumo.

Finalmente, persiste el alto déficit en la balanza de servicios y en la renta de los factores.

En cuanto a la cuenta de capitales, su mayor crecimiento se da por la inversión extranjera de portafolio, la cual crece un 86%. Seguidamente, los préstamos netos al sector privado se incrementan en 1,675 billones de dólares. Finalmente, la inversión extranjera directa crece un 5.4%, ubicándose en 8,283 billones de dólares, equivalentes al 4.6% del PIB. La participación en la balanza de capitales de la IED es del 52%, mientras que la de los bienes de portafolio es del 31%. Dentro de la IED, el componente destinado a petróleo y minería representa el 59%.

Preocupaciones:

1. Concentración de exportaciones e inversiones en sector petrolero. Análisis de este sector:

El sector energético colombiano sigue siendo de atractivo en términos comparativos para los inversionistas internacionales. Lo anterior, junto con los compromisos de inversiones pactados contractualmente garantiza un nivel alto de flujos de inversión para el remanente del 2013 y el 2014.

Sin embargo, surgen algunas inquietudes de mediano plazo que podrían resultar en un deterioro de los flujos destinados al sector petrolero, el cual junto con la minería representa el 59% de la IED en la actualidad. Lo primero, son las amenazas regulatorias: la imposición de un ICA petrolero; los efectos de la reforma fiscal, que han llevado a varias matrices a relocalizarse en ubicaciones más atractivas como Panamá; la dilación en los procesos de licenciamiento ambiental lo cual ha impedido que la producción crezca a mayor ritmo.

Más allá de lo anterior, los mayores riesgos internos son la precaria infraestructura de transporte y la falta de seguridad física en zonas de alto potencial geológico como Arauca y Putumayo.

En cuanto al panorama externo de mediano plazo, existen varios factores de riesgo: el desarrollo de combustibles no convencionales en EEUU, que podría llevar a este país a ser un exportador neto, y la apertura de los mercados de Perú y México, este último con un potencial geológico mucho más atractivo y financiero si se materializa la posibilidad de registrar en los balances privados las reservas probadas. De último, una potencial apertura del mercado venezolano, seguramente redirigiría muchas de las inversiones que hoy se destinan al mercado colombiano.

En síntesis, para asegurar los flujos de largo plazo, el gobierno colombiano debe garantizar la seguridad en todo el territorio nacional, rechazar vehementemente las iniciativas populistas que llevarían a Colombia a sufrir un retroceso similar al de Brasil, y, finalmente acelerar las inversiones en infraestructura de transporte. De lo contrario, será inevitable la pérdida de atractividad relativa y el redireccionamiento de las inversiones a mercados como Perú, México y Centro América.

Como aspecto positivo, vale la pena resaltar la superación de la etapa de prueba de las tecnologías de recuperación secundaria, las cuáles podrían duplicar el nivel de reservas probadas del país e incentivar aún más las inversiones en exploración y producción.

2. El crecimiento de la IED ya es muy moderado

3. Las inversiones de portafolio y el endeudamiento exterior no responden a factores de largo plazo y pueden invertirse fácilmente en la eventualidad de un cambio de política de la FED. Por el contrario, la contracción de la balanza de comercial de bienes si responde a factores más estructurales como la pérdida de competitividad en el sector manufacturero y agrícola, dado el vacío de liderazgo para reducir costos en estos sectores (explicado muy claramente por presentación de Carlos Enrique Moreno).

Mi conclusión personal es que el gobierno todavía tiene inercia petrolera para mostrar – las edificaciones y obras civiles también han ayudado este año – y Colombia sigue teniendo una posición relativa muy favorable. Sin embargo, hemos perdido competitividad y atractividad, lo cual se refleja en las menores tasas de crecimiento de la inversión tanto extranjera como total; si bien ha seguido creciendo hay un cambio claro de tendencia.

El legado de este gobierno en todos los aspectos, es un cambio muy nocivo de tendencia, que todavía no ha repercutido fuertemente en los indicadores agregados.