6 de octubre de 2024

Europa sigue arrastrándose

16 de octubre de 2013
16 de octubre de 2013

albeiro valencia llano

El fantasma de la crisis, que se inició en 2008, atormenta a los europeos;  los agobia la inflación, el desempleo, la disminución de la inversión, el descenso de las exportaciones y las vicisitudes del euro. El ambiente es muy tenso en Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia y Francia, y los dirigentes actuales no olvidan la cuenta de cobro que le pasaron a Yorgos Papandréu en Grecia, a Silvio Berlusconi en Italia, al Partido Socialista Español y a Sarkozy en Francia; estos fantasmas persiguen a Mariano Rajoy y a Françoise Hollande.

Media Europa está sumergida en la recesión, y el desempleo en los 27 países de la Unión Europea ya supera los 26 millones de personas; el pánico se extendió cuando la crisis cobijó a países de economía fuerte como Inglaterra y Holanda, pero todos hacen votos para que no alcance a las naciones ricas de Finlandia y Austria. Nadie quiere seguir la suerte de Grecia, país castigado con drásticas medidas de austeridad, privatizaciones y disciplina fiscal, para garantizar el pago de las obligaciones. En este complejo y enrarecido ambiente Alemania se mantiene como la economía más sólida y su poderosa canciller conserva el liderazgo.

La Canciller  Ángela Merkel

Nació en 1954 en Hamburgo, que en ese momento hacía parte de la República Federal Alemana; hija del pastor luterano Horst Kasner la familia se mudó a la ciudad de Templin, República Democrática Alemana (RDA), donde su padre ejerció su apostolado en la iglesia de Quitzow. Ángela militó en las juventudes comunistas, estudió Física en la Universidad de Leipzig, entre 1973 y 1978. En el año 1977 se casó con el físico Wlrich Merkel, de quien se divorció; luego realizó estudios de postgrado y se doctoró en 1986, con una calificación de sobresaliente. Su vida académica se consolidó cuando se vinculó como investigadora de la Academia de Ciencias de la RDA.

Con la crisis del campo socialista y con el derrumbe del “Muro de Berlín”, en 1989, se inició la vertiginosa carrera política: se vinculó al Partido Unión Demócrata Cristiana y fue elegida Ministra para la Mujer y la Juventud en el gobierno del canciller Helmut Kohl (1990); después fue nombrada Ministra de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear (1994) y más tarde llegó a la dirección de su partido, en proceso de reestructuración por problemas internos. En este momento se convierte en una poderosa mujer líder de la oposición conservadora, y empieza otra etapa de su carrera política, que la llevó al cargo de Canciller, en 2005.

¿Por qué su nuevo triunfo en el mes de septiembre? La salud económica de Alemania se le debe, en buena parte, a las reformas económicas llevadas a cabo por el Canciller Gerhard Schröder, desde 2002; cuando Merkel llegó al poder en 2005 continuó la política del ajuste para sanear la economía: estabilidad de precios, presupuesto balanceado y deuda pública baja. Las burbujas financieras de sus vecinos favorecieron la economía alemana y cuando estalló la crisis de 2008, el país estaba blindado o por lo menos preparado. Otro aspecto a considerar es la gestión realizada por Peer Steinbrück, ministro de Finanzas durante los años 2005-2009, quien protegió la economía de los coletazos de la eurocrisis; lo recuerdan porque, además, acabó con la horrible costumbre que tenían los millonarios de trasladar el dinero a los bancos suizos para evadir impuestos.

El éxito de Merkel radica, también, en que contagia a su pueblo de confianza, seguridad y optimismo; de ahí el sencillo mensaje que transmitió a los electores: ¡Todo está bien! Además le reconocen que ha mantenido el país alejado del huracán financiero que atormenta a sus vecinos y por eso disfrutan de un clima de confianza económica. Los alemanes están inmersos en la cultura del ahorro y desconfían de los bancos; invierten su dinero en viviendas y en bienes que elevan el nivel de vida, lo que se transforma en crecimiento económico y en una tasa de desempleo que no supera 5,6%.

¿Qué espera Europa?

Alemania está aprovechando que es la economía más fuerte de Europa, la más sólida y el acreedor principal, para imponer su modelo a los demás países de la Eurozona y esta estrategia puede fracasar. El continente es la segunda economía más grande del mundo y si entra en parálisis prolongada se reventarán los países pobres de la periferia, y llegaría la crisis definitiva del euro y de la región; las dificultades del viejo continente no están superadas.

Países como Grecia, Portugal, Irlanda, España o Italia, los más agobiados por los problemas financieros, no esperan mucho del próximo gobierno de Merkel, y los pueblos de estas naciones saben que sólo un cambio brusco en política económica, por parte de Alemania, los sacaría del pozo de la austeridad ¡Millones de personas saben que están a merced de Alemania, país que renació de las cenizas, que superó la miseria de la posguerra y que domina a Europa “sin disparar un tiro”!