A Brasil 2014 con los pies en la tierra
No voy a analizar lo que fue la eliminatoria, porque aunque la mayor parte de mi carrera periodística la he hecho en la sección de deportes, lo que quiero decir ahora es lo que quisiera decir cualquier aficionado desprevenido que espera que Colombia cumpla un buen papel en el vecino país y que no volvamos a hacer el ridículo como en más de una oportunidad, por el triunfalismo y el revanchismo, que fue lo que nos hizo devolver del Mundial de Estados Unidos, como dijera el hombre de la calle, con la cola entre las patas.
Se ha jugado bien, se cuenta con un gran equipo, se consiguieron unos puntos que no se esperaban y ahora figuramos cuartos en el escalafón mundial de la FIFA, lo que nos hace entrar en el grupo de los grandes, pero de esos grandes que deben de tener humildad y saber que cada día se debe de aprender más y que los partidos no se terminan hasta después de los 90 minutos.
En este momento se puede decir que estamos a punto de comenzar el gran partido quizá de la vida para Colombia, y en esos 90 minutos que esperamos que sea de triunfo y los más largos que haya jugado Colombia en un Mundial, y aquí me explico, que no nos saquen en la primera ronda se pueda conseguir lo que quiere todo un país que llora de felicidad y de tristeza con los triunfos del combinado nacional.
No se ha ganado nada, aunque se ha hecho una gran labor y no es que nos vamos a contentar ahora con la sola clasificación, porque como en los tiempos de gloria para el fútbol colombiano, ahora llegamos a Brasil, con un gran equipo de jugadores más maduros, bien hablados, bien formados y que saben para donde van las cosas, bajo la batuta de un gran estratega, que les ha enseñado que la unidad y el trabajo es lo principal para alcanzar las grandes victorias.
Aquí juega un papel muy importante todo el grupo de personas, entre directivos, jugadores, grupo técnico, opinión púbica y medios de comunicación, para que las cosas salgan bien, y para que seamos responsables de lo que tenemos por delante que es el de demostrar que si se ganó esta clasificación es porque tenemos con que, aunque contradigo a lo que dice un periódico capitalino en una de sus notas de este domingo, cuando califica como poderosa a la Selección Colombia. En Brasil 2014 no hay nadie poderoso, hay un grupo de buenas selecciones que van por un trofeo, que tienen las mismas ilusiones y las mismas oportunidades de ser las primeras o de irse en seguida para la casa.
Debemos de dejarle a los emocionales, que digan que ya somos campeones de Brasil 2014, a aquellos que piensan con el corazón y no con la cabeza, los que no creen que puedan suceder cosas extradeportivas, porque vale la pena recordar que son muchos los que han llegado como favoritos y en la primera ronda tuvieron que regresarse y de eso si que sabe Colombia.
Alguien dirá que soy ave de mal agüero, pero no, tengo los pies sobre la tierra y quiero a una Colombia seria y responsable, como sé que lo quiere Peckerman, hombre serio que trabaja con gran responsabilidad y por ello sabe que todo lo que de resultados positivos es a base de trabajo y no de emociones.
Espero que mis colegas tanto de la prensa como de la radio y la televisión, sean serios y también responsables, porque durante toda la eliminatoria y principalmente al final los comentarios de varios fueron muy salidos de tono, algunos se atrevieron a decir luego de alcanzar la clasificación que Colombia ya iba a ser campeón en Brasil, cuando días anteriores o al comienzo de los partidos hicieron comentarios tan absurdos como que a los jugadores se les había olvidado jugar al verdadero fútbol, dijeron que algunos de los jugadores eran malos y minutos después los dieron como los héroes del partido. La prensa debe ser responsable, los hinchas y seguidores del fútbol ya no tragan entero, porque muchas veces parece que algunos comentaristas estuvieran viendo otro partido, a los que se están viendo en las pantallas de televisión.
El periodismo deportivo debe ser tan responsable como las demás ramas del periodismo y en especial cuando se sabe que hay que tener responsabilidad por el movimiento de masas y si nos dedicamos a informar y a no ser técnicos en el momento de hacer los comentarios, sabemos que las cosas irán bien, y tendremos la oportunidad de dar la gran noticia, que los colores patrios quedaron muy en alto en el gran compromiso mundial, pero no inflemos a los jugadores, no hagamos ídolos de barro, para tener que destruirlos más tarde, recordemos que son seres humanos como todos, dedicados a una linda profesión, como es el fútbol, que pueden estar en tardes buenas y malas y que la mayoría de ellos cuando se colocan una camiseta es con el deseo de triunfar y dejar muy en alto el nombre del país.
La responsabilidad de lo que haga la Selección, definitivamente es de todos y esperamos que Peckerman siga con ese buen olfato y estrategia de escoger a los mejores y que se le deje trabajar sin interferencia, para que el próximo año podamos celebrar los grandes logros adquiridos.
BOGOTA, octubre 21 de 2013
RAM