Otto Morales a siete años del centenario
Los cumpleaños de este colombiano ejemplar nunca pasan inadvertidos porque coinciden con las marciales celebraciones de la Batalla de Boyacá, en Tunja, y las posesiones presidenciales, en Bogotá.
La temible Parca –llamada por algunos guasones doña María Pareja Segura—desintegró hace poco el trío más famoso de longevos radicados en Bogotá, al llevarse a don José Salgar Escobar, ‘El Mono’, el legendario subdirector de El Espectador. Siguen vigentes el doctor Morales y el santandereano Mike Forero Nogues.
La alegría de entrevistar
Con la anuencia del periodista Oscar Domínguez Giraldo, ex director de Colprensa, transcribimos en este Campanario sabatino una sección titulada “En pocas palabras”, de su amena entrevista con el ex ministro que es dueño de la carcajada más sonora y famosa del país:
ODG: El libro que está leyendo
OMB: Repaso “La vida maravillosa de los libros” de Jorge Zalamea.
ODG: Pecado que más le gusta cometer
OMB: El de mis sueños.
ODG: Virtud que más admira en los otros
OMB: La verdad
ODG: Defecto que le gustaría tener…
OMB: Tener plata para regalar
ODG: ¿Quién le gustaría haber sido?
OMB: Yo, en la integridad de mi vida
ODG: ¿Qué es un amigo?
OMB: El que me acompaña, sin exigir, ni esperar nada
ODG: ¿Los enemigos para qué?
OMB: Ese es un desgaste inútil de la existencia
ODG: ¿Persona que más ha influido en usted?
OMB: Son demasiadas personas a las cuales tengo que agradecerles mucho de lo que soy. Me invaden los nombres del amor, del afecto y de la lucha.
ODG: ¿Lo que lo saca de quicio?
OMB: La mentira
ODG: ¿Tiene con qué salvar su alma?
OMB: Sí, con mi alegría espontánea
ODG: ¿De qué quisiera morirse?
OMB: Soy optimista vital. Me gusta la existencia con sus dones y sus abatimientos. Nunca pienso en la muerte.
ODG: ¿Qué le gustaría olvidar?
OMB: Más que olvidar, que no persistieran los dolores colectivos de mi patria.
ODG: ¿Por qué desea que lo recuerden?
OMB: Por mis luchas, siempre a la intemperie. Siempre en defensa de una idea o de alguien. Es mi fortuna, tener sentido de la solidaridad.
¡HAGAN SUS APUESTAS!
(Por Octavio Quintero para El Campanario)
En tierra derecha, decían los antiguos y celebrados locutores hípicos cuando los pura sangre desembocaban en los últimos 200 metros, en los que había que echar todo por la carrera.
Desde este siete de agosto de 2013 el presidente Santos ha entrado en tierra derecha. Se inicia su cuarto y último año de gobierno con una tendencia desfavorable y creciente sobre su reelección: dos de cada tres colombianos no van más a las urnas por él.
Aunque las encuestas son como los bailes, buenas o malas según como le vaya a cada quien, de todas formas sus tendencias arrastran. Si el Presidente no hace algo extraordinario por cambiar la tendencia, podría esperarse más animadversión a su reelección, y hasta alguna sorpresa en los próximos meses.
En este eventual albur, tres escenarios, al día de hoy, se ven posibles: 1) Que el presidente Santos pueda ser derrotado por un candidato presidencial del uribismo en donde “Pachito” dejaría de ser “un chiste” para convertirse en una calamidad; 2) que el Presidente desista de su reelección y le dé paso a su delfín que sería, es lo más fijo, Germán Vargas Lleras y, 3) Que el presidente Santos logre aceitar en este último año una maquinaria electoral de dimensiones aplastantes en donde la mermelada se derrame por todos los costados de la burocracia nacional, departamental y municipal.
En este último escenario, ya tenemos dos hechos cumplidos, y uno en ciernes: a) Ya les dio prima salarial a los alcaldes; b) Ya les creó el “Día del Alcalde” que comprenderá, seguramente, otra prima y una oportunidad más de distraer la galería con más pan y circo y, c) Por ahí se anda también proponiendo un régimen de inmunidad tipo parlamentario a los alcaldes, con lo cual, podrían sustraerse de la mano de la justicia cuando tengan que ir a los estrados judiciales en respuesta a su corrupta gestión.
El proceso de paz, con el que arrancó su mal disimulada carrera por la reelección, cada vez se pone más en su contra porque, si se pacta como quiere las Farc, la gente no lo reelegiría; y si se hace como lo quiere la gente, la Farc no le jalaría.
¡En tierra derecha: hagan sus apuestas!
TOLON TILIN
A medida que se agota el tiempo para el difícil acuerdo de paz con las Farc, en La Habana, cobra más vigencia el apelativo que les daba, en El Caguán, el ex senador y ex embajador caldense Luis Guillermo Giraldo Hurtado: los llamaba “LOS INNEGOCIABLES”.