23 de septiembre de 2023

Isagen: se vende un pedazo de patria

23 de agosto de 2013

luis perezLas empresas de energía facturan en Colombia más de $25 billones anuales. Una cifra que supera la economía del narcotráfico y el presupuesto sumado de todas las ciudades capitales de Colombia. Estamos ante monstruos económicos.

Desde 1992 Colombia ha venido privatizando el negocio de la energía eléctrica y ha dejado en intereses privados gran parte de las decisiones de precios al consumidor. En los 20 años últimos, la energía eléctrica para los hogares colombianos viene aumentando en cerca de tres veces la inflación año tras año, lo cual ha afectado gravemente la economía familiar. Hoy una familia de estrato 1,2, o 3 invierte en educación de sus hijos la mitad de lo que gasta en servicios públicos. Asi es imposible construir patria justa.

Hay que advertir que las Empresas Generadoras de Energía Públicas han construido hidroeléctricas inundando pueblos enteros, desplazando campesinos e indígenas, utilizando a su gusto las aguas, los bosques y los recursos naturales de la nación. Todo se ha aceptado por el bien de la patria. Y ahora se quiere feriar ISAGEN al mejor postor. ISAGEN es una empresa estratégica de nación; útil para no dejar en manos invisibles de los mercaderes el sistema energético nacional.

Vender a Isagen es vender un pedazo de patria.  Es dejar al gobierno con manos inactivas. Es caminar hacia un país pusilánime; hacia un Estado discapacitado, que no tiene poder de controlar nada; hacia un Estado de Papel que permite que cada dia haya más inequidad y mayor concentración de capital

Si se vende lo poco que queda de las empresas estratégicas de la nación, tendremos un Estado improductivo e inepto para regular el apetito desbordado de los poderosos.. Un estado débil e incapaz de hacer justicia económica puede ahogar al ciudadano y abrir las puertas para que en Colombia la gente vote por gobernantes radicales que lleguen a renacionalizar empresas estratégicas feriadas y privatizadas..

El Presidente Santos, con ese talante social que lo caracteriza, no debe permitir la presión del Ministerio de Hacienda de hacer dinero a cualquier precio. Vender a Isagen es caminar hacia un Estado parásito que viva solo de los impuestos para sostener una burocracia inútil