28 de marzo de 2024

Y dan risa

22 de mayo de 2013

gilberto montalvoAhora salió de una reunión con el presidente de la desorganización  nacional, el doctor Santos, ese cantinflesco réptil de larga cola don Roy Barreras a decir pendejadas para que el auditorio nacional esté ocupado. “Estamos analizando la posibilidad de una fusión del partido de la U. con Cambio Radical” dijo ante las cámaras y los micrófonos el saurio. Y ahí comenzó el gran coro nacional de inmediato a analizar la gran idea de los politiqueros más baratos de la Colombia inepta.

Los primeros como siempre y no podía ser de otra manera fueron los chiflados vespertinos de Lora Veinte. Troya fue en su momento un remanso de paz. Diana Calderón dejó, por primera vez en   libre albedrío a los invitados quienes dictaron las cátedras pertinentes. Cabe destacar que los panelistas, así les llaman con pompa, son generalmente los defensores de los grandes monopolios de este país, verbi gracia Néstor Humberto Martínez o todo ese grupo de heliotropos contratistas del estado y defensores  de cuanto poder económico suele convivir en medio de la  pobreza del 80 por ciento de los colombianos.

Son los que con la boca llena hablan pestes de sus opositores mientras calculan como se entretienen mimando a sus aliados para seguir llenando sus alforjas. No les cabe un billete más. Porquerías todos. Ahí entre danza y danza de verborrea sin fin nada dijeron distinto a lo que todos sabemos, solo que de un lado Gabriel Silva defendía con una babosidad repugnante a la tal unidad nacional y otros como Ramiro Bejarano hablaba de su independencia liberal. Pura maciega.

Pero cuál partido de la U. o cuál partido Cambio radical.

El partido de Vargas Lleras tiene un porcentaje tenebroso en la cárcel. Acaba de avalar a la señora María del Socorro Bustamante, como su candidata a la alcaldía de Cartagena mientras la recibían en ovación en  el tesoro político de La Gata. Son un foco pestilente de corrupción.

Y al partido de la U. le acababan  de mandar también a la cana a don Hipólito Moreno ese estandarte de dignidad y buenas maneras por robarse las platas de las ambulancias de los pobres bogotanos. Y recuerden que con él están otras  bellezas como Dilian Francisca y  la Zucardi, emblemáticas pro-madres de la probidad colombiana.  Con ellas más y más y más. Podredumbre total.

Y qué dicen los “partidos” que ahora proclaman fusiones. Ni mierda. Mutismo total.

Se unirán seguramente para defender el umbral. No hay nada distinto al temor que subyace en el sentido de que separados desaparecerán, como debiera ser de una vez por todas, del encumbrado marco de la politiquería nacional.

Los medios de comunicación, mediatistas y cursis comenzaron su periplo por toda la artillería de los lagartos citadinos para  escuchar sus reacciones frente a la magistral propuesta. No hay nada más pernicioso en este país que el periodismo de reacción. Cualquier pendejo pone a circular una idiotez para  de inmediato escuchar a los oráculos, mientras  se prenden las alarmas y los micrófonos de la pedantería nacional.

Para qué escuchar hoy  las emisoras capitalinas Todas estarán  hablando, sin excepción, de la fusión de la U con Cambio. Por supuesto Julito y el doctor Casas la pondrá como el tema del día. Y mañana seguirá la misma cáfila de corruptos robándose lo que queda del país.

Da risa, como en mi departamento, el Quindío, con la fusión veremos a don Libardo Taborda, el parlamentario de Córdoba, en ayuntamiento político con la gobernadora Sandra Paola Hurtado de Cambio. Cómo se van a meter en la estrechez de esa cama politiquera Toñito Restrepo y  Atilano Giraldo. Claro, eso importa un carambas mientras no se acaben los tarambanas que saldrán a votar, además,  poco interesa  que esas guaridas estén signadas por la defensa de los grandes intereses de los bolsillos particulares Y quién quita que una “chucha mate a un perro” y que la gobernadora Hurtado vote por Belén Sánchez-eximia exponente del partido de la U- como sus sucesora para aclimatar la esperanzas regionales y en aras de que nuevo vientos lleguen a refrescar la imponente política regional.