28 de marzo de 2024

«Puente Bernardo Arango» Joya arquitectónica postulada al abandono público

31 de mayo de 2013
31 de mayo de 2013

Por: Fernando Cortés
Opinión Diversa, Risaralda

Miles de personas cruzan por este puente

En un principio se permitía el uso de vehículos que comunicaban a Pereira con Antioquia, Caldas y Norte del Valle, pero  con el paso del tiempo se transformó en un puente peatonal, tratando de proteger lo que quedada de su infraestructura, aunque  es común ver a cualquier hora motos, triciclos y bicicletas que cruzan por sus débiles láminas que hoy muestran un notable y peligroso deterioro, a pesar de su muy curiosa prohibición: «Prohíbido Circular»


Esta infraestructura tiene una longitud de 310 metros por 1.90 de ancho y cuenta con dos grandes torres de apoyo para los cables, en los extremos, logra una elegante silueta sobre el río Cauca, con el cable principal, que cae en la curva de su flecha al centro del cuerpo del puente, suspendido, forma un especie de caja virtual de elementos metálicos. En los dos extremos se forman los anclajes de los cables con gran fuerza unidos al concreto, tiene gran similitud con el puente Golden Gate, en San Francisco en Estados Unidos.

Puente Golden Gate, San Francisco en Estados Unidos


Ahora resulta que a nadie parece importarle su existencia, y mucho menos su deterioro que podría cobrar nuevamente víctimas fatales dada las grietas en su piso que hace recordar una veintena de años atrás los muchos casos de estudiantes y peatones que caían inmersos a las aguas del río Cauca, donde algunos fueron rescatados pero otros no corrieron con la misma suerte.


En el año 2010, para atender la amenaza de desplome, el Instituto Nacional de Vías destinó 300 millones de pesos para una primera fase de mantenimiento preventivo. Ese mantenimiento solo daría un año más de gracia que supuestamente permitiría la consecución de recursos y  la conclusión de la obra definitiva de rehabilitación, consistente en cambiar los puentes de acceso y colgante, reforzar las torres, mantener cables, reforzar y proteger la cimentación y reemplazar pendolones y sus herrajes. El Área Metropolitana del Centro Occidente, actuó como contratista de la obra, la sola interventoría costó 30 millones de pesos y el estado del puente en menos de tres años es igual o peor.

Puente Bernardo Arango de La Virginia

La evaluación técnica de la estructura en ese entonces indicó que se requería de 4 mil 200 millones de pesos, para una atención definitiva de los problemas estructurales del puente Bernardo Arango.  Invías, había ya recomendado al Área Metropolitana Centro Occidente, que de no realizarse la inversión necesaria para la rehabilitación total del puente era mejor su cierre, pero ahora ni lo clausuran ni lo arreglan.

Puente Colgante Bernardo Arango de La Virginia

Se estima que cada hora cruzan el puente «Viejo»  como comúnmente se le denomina o Puente Bernardo Arango,  unas 400 personas.

El alcalde de La Virginia, ha planteado proponer esta obra como un monumento y patrimonio histórico de Risaralda mediante un acuerdo del Concejo, pero no ha contado con la suficiente fuerza o voluntad política. Aquí se tendría que vincular también  a la dirigencia de Risaralda, la Asamblea y departamento, además de otros senadores y representantes que han hecho su buen recaudo electoral en este municipio, pero no debe convertirse en bandera de campaña para las próximas elecciones.

En el Concejo de Pereira existe un acuerdo que le proporciona facultades al alcalde de esa ciudad para acondicionar o remodelar el puente Bernardo Arango en sus costados con kioscos que permitirían exhibir productos típicos de la región, además de refacciones o remodelaciones en su estructura, creo que fue en la administración del alcalde Luis Alberto Duque Torres, en 1998, si mi memoria no me falla, mas o menos 15 años.

Y mientras que se continua buscando a quien compete su absoluta restauración, el puente Bernardo Arango de La Virginia, un puente imponente y orgullo de la ingeniería colombiana, que permite a los pobladores de Caimalito abastecerse de una gran cantidad de servicios y bondades  se sigue consumiéndo en el olvido y abandono público.