19 de abril de 2024

Medida de comiso a bienes de Marco Antonio Gil Garzón

17 de mayo de 2013
17 de mayo de 2013

Las propiedades, ubicadas en Bogotá, y en los municipios de Cajicá y Chía, Cundinamarca, están representadas en casas, lotes, parqueaderos, vehículos, oficinas, depósitos, sociedades y dólares en efectivo, avaluados en la suma de 124 millones 475 mil dólares.

El comiso de los bienes de Gil Garzón es una medida cautelar que se ordenó dentro del proceso penal por el cual tiene medida de aseguramiento y su fin es congelar todas las propiedades, cuentas bancarias y acciones que figuren a su nombre, para evitar cualquier transacción jurídica, hasta tanto la justicia no determine si condena o no a Gil Garzón.

El fin del comiso es para la reparación de víctimas o en su defecto para el fondo de la Fiscalía General de la Nación y en este caso quedan bajo la custodia de la Fiscalía General de la Nación.

Al momento de su captura Gil Garzón aparentaba ser un próspero comerciante, actividad que le permitió la  adquisición de bienes en especial bodegas ubicadas en la principal central de productos agrícolas de la capital del país, así como la conformación de empresas de diversa índole.

Marco Antonio Gil Garzón alias “Marco Gil, El Papero o el Mayor” está vinculado con el tráfico de drogas de Colombia a los Estados Unidos y figura en la lista Clinton desde el año 2007 como socio del narcotraficante Fabio Enrique Ochoa Vasco, quien en septiembre de 2009 se declaró culpable en los Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico y declaró que varias empresas de Marco Antonio Gil Garzón formaron parte de la red financiera relacionada con su organización.

Según la investigación Gil Garzón ha estado involucrado en actividades del narcotráfico en Colombia desde principios de los años ochenta con varios narcotraficantes reconocidos en Colombia y en México como son Miguel Arroyave y Edgar Guillermo Vallejo Guarín alias “Beto Gitano”, capturado en España en septiembre de 2008 y extraditado hacia los Estados Unidos en el 2010 como socio criminal en grandes cargamentos de cocaína enviados a México y los Estados Unidos; este último, el 30 de junio fue sentenciado a 22 años de prisión por un juez federal de Miami.