¡Respeten la libertad de prensa!
Como lo ha informado la web de Semana, Calderón hace parte de un equipo de periodistas de la revista que indagó sobre las irregularidades en el Centro de Reclusión de Tolemaida, en donde militares condenados por las más graves violaciones a los derechos humanos han gozado de extravagantes privilegios. La revista ha publicado varias denuncias, tanto en su edición impresa como en su edición online, de estas irregularidades que se han convertido en un escándalo nacional.
“Es un aterrador episodio”, dijo Alejandro Santos, director de la publicación, quien pidió a las autoridades esclarecer el hecho y expresó su total apoyo a su compañero de trabajo. “El atentado contra Ricardo Calderón es repudiable”, expresó también el presidente Juan Manuel Santos. Asimismo se pronunció el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y tanto el Fiscal General, Eduardo Montealegre, como el director de la Dijín, general Jorge Nieto, han ordenado que se investigue el atentado. Y ha hecho bien el comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas, como quiera que Calderón ha sido un destacado actor en la investigación sobre Toleimada, en decir: “Vamos a reunirnos con los comandantes, queremos que digan la verdad. Vamos a colaborar con las autoridades para que se establezca la verdad. Seremos los primeros en aportar para que esa verdad se dé en esta investigación».
De igual manera, hay que destacar el pronunciamiento de Human Rights urgiendo averiguar este intento de asesinato, y el rechazo al mismo de los directores de medios de comunicación que se reunieron en Bogotá este fin de semana.
El colega atacado afortunadamente resultó ileso, tras los cinco disparos hechos por los sicarios que, antes de llevar a cabo la acción criminal, llamaron por su nombre al comunicador social.
Este lamentable suceso ha coincidido con la celebración del Día de la Libertad de Prensa, y se suma a la serie de agresiones y amenazas a periodistas colombianos, lo que ha generado una situación de inseguridad para el ejercicio de la profesión al punto de que una encuesta acaba de revelar que el 79 por ciento de los periodistas de este país dice que se abstiene de divulgar determinados temas por temor a represalias.
En el resto de América Latina prosigue, sin pausa, la arremetida contra la libertad de prensa, con particular dramatismo en países como México donde el narcotráfico sigue dejando una estela de muerte y sufrimiento.
Ratifica el atentado a Calderón que el periodismo es una profesión de alto riesgo en Colombia por la prevalencia de una atmósfera de polarización política y por la existencia de grupos armados ilegales que se distinguen por su feroz intolerancia. Es una realidad que afecta la calidad de nuestra democracia la cual no se puede concebir sin una prensa libre en una atmósfera de ejercicio de la crítica y la controversia. Por eso, es un deber de las autoridades esclarecer el origen de esta acción criminal contra Calderón y garantizar la mayor protección a la labor de los medios de comunicación y de los periodistas.
El Heraldo, Barranquilla/Editorial