Politica con pimienta
Actitud antipatriótica
Lo más lamentable de todo esto es la situación de la Industria Licorera de Caldas a la que le están cambiando frecuentemente gerente. Si la señora Patricia Cárdenas, la funcionaria que renunció a ese cargo, tenía entre ceja y ceja retirarse en tan poco tiempo no debió aceptar dicha responsabilidad. Le falta mucho compromiso con el departamento. Un ejecutivo serio no hace eso. Sobre todo que no se trata de la tienda del barrio, ni de la finca de la familia, sino de una empresa que factura miles de millones de pesos al año. Le ponemos una calificación de cero por esa actitud antipatriótica.
Precisiones sobre José Wagenberg
Un lector nos llamó telefónicamente para hacernos unas precisiones de la nota que publicamos sobre la directora artística del Festival Internacional de Cine de Cartagena (Ficci), MóniKa Wagenberg. Según su información, el almacén que funcionó en la primera planta de la casona que ocupó Radio Manizales, en la carrera 22 con calles 20 y 19, no era de propiedad de su padre, Jose Wagenberg, sino de su abuelo, don Adolfo.
El progenitor de Mónika permanecía mucho tiempo en el negocio colaborando en las actividades de su padre, un judío blanco, grueso, de estatura normal, de una elegancia tal que daba la tónica de la moda masculina en su tiempo.
Bachilleres de 1958
José, para la época, era un estudiante del Colegio de Nuestra Señora, en Manizales y compartía banca con Jaime Ocampo Charry, Óscar Vélez Gómez, Pablo Villegas Botero, Octavio Rodríguez, Héctor Fabio Cardona, Nelson Hincapié, Mario de la Calle Lombana, Augusto León restrepo, gonzalo sánchez, Mario López Ruiz, Manuel García López, Iván Mejía Jaramillo y Augusto Alzate Lopez. De esta camada hay hoy personajes de gran relieve, entre ellos Manuel García, Profesor Emérito de la Universidad Nacional y una especie de eminencia en el análisis de los fenómenos naturales. Estas personas hacen parte del mosaico de bachilleres de 1958 del Colegio Nuestra Señora.
Otros datos
Todavía más. Los caballos que participaron en los certámenes hípicos del hipódromo local (Estadio Palogrande) no eran de don José sino de don Adolfo, su padre. El lector que nos llamó posee tanta información de don Adolfo y su hijo que nos contó de una sinagoga que tenían donde hoy está localizada la alcaldía de Manizales. Allí acudían con frecuencia a practicar el culto de la religión monoteísta.
Todo este cuento a propósito del ancestro manizaleño de Mónika Wagenberg, la imaginativa y bella directora artística del Festival Internacional de Cine de Cartagena.
Reflexiones que nos ponen a pensar
Un amigo nos envió unas reflexiones sobre el sabor español del pasodoble Feria de Manizales. Vale la pena leerlas:
Renuncio al pasodoble como música de Manizales. Renuncio a España como nuestra Madre Patria. Ambos son una impostura: España fue la que arrasó y exterminó a los habitantes y dueños legítimos de estas tierras cuya pertenencia les fue dada durante siglos, talvez 20.000 años. Esa barbarie no la reconozco. Y el pasodoble fue un antojo de unos señoritos de Manizales que, a falta de ideas y de grandeza espiritual, les dio por crear una copia de Sevilla en Colombia: la Feria de Manizales.
Manizales es una bella ciudad enclavada en Los Andes con unos de los atardeceres más bellos del mundo. Su paisaje de montañas y de verdes es orgullo para quienes nacimos y crecimos en ella. La ciudad que conocimos era húmeda y lluviosa, fría y señorial, con una gente con don de gentes, de sombrero y de paraguas, y las señoras bellas ellas, y no más.
No me crea tan pendejo hombre, esas imágenes tan hermosas con un pasodoble de fondo. A mí me suena horrible. Ahí no más se ve la impostura. Póngale otra música y le quedan de maravilla esos amaneceres, atardeceres y anocheceres, poéticos y únicos.
Queda comprobado aquí y así que somos de Manizales pero no somos “manizaleños”.