Vuelve el Tranvía de las nostalgias
Ya sucedió con el Metro, después con los cables aéreos y ahora con el tranvía y sus buses articulados. ¡Y los bogotanos, nada que se pellizcan!
Mientras el gobierno de Bogotá se enreda en dilatadas discusiones y evaluaciones sobre dos necesidades tan acuciantes como el Metro ligero y el Tranvía, los paisas continúan ensanchado las líneas de su gran tren al área metropolitana y celebran que la construcción de su proyecto tranviario marche sobre ruedas, en su primera etapa.
El tranvía tendrá una longitud de 4.3 kilómetros entre la Estación San Antonio y el sector de Las Estancias. Recorrer ese trayecto requerirá de unos diez minutos. Serán doce trenes livianos, nada convencionales, aptos para la montaña, con ruedas neumáticas, de fabricación francesa, con una velocidad promedio de 25 kilómetros por hora y se detendrá en ocho estaciones. Se complementará con dos cables en su extremo oriental: uno entre Las Estancias y el 13 de Noviembre y otro que recorrerá el tramo Villa Liliam-La Sierra. Cada tranvía –liviano y esbelto— mide 2.20 de ancho y transportará 300 personas. Su operación será completamente eléctrica, como el Metro, su hermano mayor,
“El tranvía va a buena marcha”. Así titula su edición de enero, dedicada al Tranvía en construcción, el periódico “Nuestro Metro”, que publica la empresa del Tren Metropolitano de Medellín.
El informe –llamado el ABC del proyecto que mejorará la movilidad en la primera urbe paisa— dice en su introducción:
El Metro avanza en las obras civiles del tranvía de la Avenida Ayacucho, proyecto financiado ciento por ciento por la Alcaldía de Medellín, gracias al préstamo de 250 millones de dólares que le hizo la Agencia Francesa de Desarrollo.
Como es característico en todos los proyectos que ejecuta, la empresa de transporte ha hecho un arduo trabajo social en la zona de influencia directa del proyecto con el fin de que las personas, desde ya, se apropien de la obra y se sientan reconocidas. En las comunas 8, 9 y 10 de Medellín el Metro ha estado presente en ferias, reuniones, recreaciones con los niños y exposiciones sobre el proyecto.
A finales de enero se conocerá el nombre de la firma responsable para acometer la obra en el primer trimestre. La empresa de Transporte hace un buen balance del cronograma para la compra de predios que se requieren para implementar el tranvía y los cables complementarios. Para el tranvía lleva 290 predios aceptados, para el cable de Miraflores 77 y 35 para el cable del barrio Alejandro Echavarría. El tranvía será una obra amigable con el medio ambiente y socialmente incluyente. La obra generará espacio público para que la comunidad se encuentre y haya una menor accidentalidad.
El crédito alemán para la construcción del Tranvía lo gestionó el entonces alcalde de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo, natural de Arboleda, Pensilvania, y lo avaló el Concejo de la ciudad.
«Esta ha sido una gran noticia porque la agencia germana AFD acompaña y aprueba por primera vez en un país, sin aval de la Nación, a una ciudad, un crédito de esta naturaleza», expresó el anterior director de Planeación, Mauricio Valencia.
La apostilla: Si Medellín ya tiene Metro y en el 2015 tendrá Tranvía, Bogotá no tiene ni lo uno ni lo otro por las talanqueras de la politiquería.