28 de marzo de 2024

Unas extravagancias bautismales

19 de enero de 2013

El hallazgo de su homónimo -que con documentos en mano probó llamarse Delimiro Moreno Altamiranda- produjo enorme regocijo entre estos dos hombres que salieron mal librados de las pilas bautismales, cuando eran unos recién nacidos. El encuentro de la que siempre se consideró una tocayería  imposible fue rociado con una alta dosis de whisky de la mejor marca. Los Delimiros quedaron de repetir celebración.

Agredidos en los chorros bautismales

Si el buen humor es uno de los deberes del hombre, otro tiene que ser el contar entre los amigos con algunos que hayan sido víctimas de agresión impune, en las propias fuentes bautismales, por infame determinación de padres y abuelos, con la necesaria complicidad del cura y los padrinos del histórico momento que generalmente ocurre en la primera salida de su casa del inocente bebecito, cuya protesta tardará hasta cuando tenga uso de razón.

Resulta bien paradójico que la primera y la última salidas del hombre, de su vivienda, sean siempre hacia la iglesia, sin darse cuenta, porque lo llevan cargado a su bautizo o a su funeral. Este es el indestructible hilo invisible que va desde la cuna  hasta el sepulcro, como escribió el maestro  Silvio Villegas, en su bella “Canción del caminante”.

Arbitrariedades bautismales

En nombre de la Santa Madre Iglesia y del sacramento bautismal se han cometido miles de arbitrariedades al ponerles nombres francamente horrorosos a unos parvulitos indefensos que al llegar a la guardería o al colegio empiezan a darse cuenta -por las burlas de sus compañeritos-  de la cruz que tendrán que cargar de por vida porque en el momento de romperle la cabeza en la pila, nadie salió en su defensa o entre padrinos y tíos no hubo uno solo que se opusiera al desafuero de llamarlo Crótatas, Epaminondas, Tertuliano, Niceas, Minervino,  Olegario, Ogofran, Custodio, Montegranario, Leovigildo o Gundisalvo.

Cada hombre poseedor de un nombre feo carga, además de una cédula para esconder, su alforja de pequeñas historias sobre los malos ratos que ha tenido por culpa del nombre que le dieron, pero siente un refrescante alivio o se quita un enorme peso de encima cuando sabe, le cuentan o descubre que tiene un tocayo en cualquier lugar del mundo. A partir de entonces aprende a sobrellevar con resignación cristiana el apelativo que le impusieron.

Unas historias para mandar a enmarcar

El parlamentario tumaqueño Justiniano Quiñonez vivía muy aburrido con su nombre de pila y un día, con la ayuda del periodista Humberto García pasó a llamarse “Yusti”, mediante diligencia  legal  practicada ante notario público

Es muy común escuchar en los pasillos del capitolio nacional a una acuciosa secretaria que dice a voz en cuello: “Doctor Telésforo, lo llaman al teléfono”. Ella es la secretaria del parlamentario Telésforo Pedraza. Casi nadie lo conoce o lo llama por su apellido. Es que con semejante nombre, para qué apellido! ¿Y cómo olvidar al congresista Fulgencio Bogotá Chía, a quien apodaban “El doctor autopista”!

Diofanor Narváez, un vendedor de enciclopedias, perdonó -ya no le guarda rencor- al cura que  lo bautizó, cuando supo que el religioso que le rompió la crisma se llama Macario Fredesmiro! No cabe duda de que el padrecito resultó vengativo.

Medellín entra en la era del Tranvía

Mientras el gobierno de Bogotá cavila por dónde echa el Tranvía en ciernes, los paisas anuncian que su proyecto marcha sobre rieles.

El tranvía va a buena marcha

Así titula su edición extra, dedicada al Tranvía en construcción, el periódico “Nuestro Metro”, que publica la empresa del Tren Metropolitano de Medellín.

El informe –llamado el ABC del proyecto que mejorará la movilidad en la primera urbe paisa— dice a la letra, en su introducción:

El Metro avanza en las obras del Tranvía de la Avenida Ayacucho, proyecto financiado ciento por ciento por la Alcaldía de Medellín, gracias al préstamo  de 250 millones de dólares que le hizo la Agencia Francesa de Desarrollo.

La tarea socializadora

Como es característico en todos los proyectos que ejecuta, la empresa de transporte ha hecho un arduo trabajo social en la zona de influencia directa del proyecto con el fin de que las personas, desde ya, se apropien de la obra y se sientan reconocidas.

En las comunas 8, 9 y 10 de Medellín el Metro ha estado presente en ferias, reuniones, recreaciones con los niños y exposiciones sobre el proyecto.

Otros avances informativos de “Nuestro Metro” relacionados con el Corredor verde de la Avenida Ayacucho, de Medellín:

— A finales del presente mes se conocerá el nombre de la firma responsable para darle inicio a la construcción de la obra en el primer trimestre.

— La empresa de Transporte hace un buen balance del cronograma para la compra de predios que se requieren para implementar el tranvía y los cables complementarios. Para el tranvía lleva 290 predios aceptados, para el cable de Miraflores 77 y 35 para el cable del barrio Alejandro Echavarría.

El Tranvía será una obra amigable con el medio ambiente y socialmente incluyente. La obra generará espacio público para que la comunidad se encuentre y haya una menor accidentalidad.

Tolón Tilín

En el mundo existen más de trescientos sistemas tranviarios. Y Medellín será pionera nuevamente  en Colombia en la implementación de soluciones de movilidad efectivas. Ya sucedió con el Metro, después con los cables aéreos y ahora con el tranvía y sus buses articulados. ¡Y los bogotanos, nada que se pellizcan!