28 de marzo de 2024

Unas de cal y otras de arena

31 de diciembre de 2012

Las incursiones guerrilleras a las poblaciones más pobres de Colombia no cesan a pesar de las conversaciones en La Habana, los asesinatos, el tráfico de drogas, los ataques a la infraestructura energética continúan como indicio de la falta de voluntad del grupo guerrillero FARC. Seguimos esperanzados en que esta vez sí se logre algo positivo.

El desempleo, aunque ha bajado algo, no deja de preocuparnos si esperamos salir adelante. La desigualdad reinante, como una de las más altas del mundo, es un factor que no dice nada positivo de un país que ha dado grandes pasos en su desarrollo, pero donde ese desarrollo está acompañado de ese lunar que nos marca negativamente.

La carencia de una verdadera infraestructura vial, sobre todo en Antioquia, no permite que se cumplan las expectativas para el intercambio con los países con los que se han firmado acuerdos de libre comercio. Lo mismo podemos decir con la carencia de más puertos marítimos en los dos mares para un verdadero y eficiente servicio para las importaciones y exportaciones.

La salud, la calidad de la educación que damos y otros temas aumentan el pesimismo.

Pasemos ahora, ya enumeradas algunas de arena, a las de cal.

No todo es negativo, hay muchas expectativas que nos dan cierto optimismo para el año 2013. Empecemos por la reforma tributaria; aunque no hemos estado de acuerdo en algunos puntos, si se llegare a cumplir el deseo del Gobierno Nacional de favorecer a la clase media, de conseguir la creación de más empleos, de atraer más inversión extranjera, de aumentar los ingresos por la minería legal y de cumplirse todo lo que nos prometieron con esa reforma, podremos salir al otro lado. Tenemos un optimismo de expectativa, si así se puede decir.

Después de escuchar al doctor Federico Restrepo, Gerente de Las Autopistas de la Prosperidad, somos optimistas sobre el futuro de las obras que hemos esperado por tanto tiempo en Antioquia para el servicio y crecimiento del país. No faltan los opositores regionalistas que, en lugar de emular y de hacer cosas por su región y por el país, quieren nivelarnos por lo bajo y frenar el desarrollo armónico regional y nacional. Hay que seguir para adelante y hacer a un lado a los Segovia y sus émulos.

La firma del TLC con la Unión Europea es algo muy positivo para el 2013 pero ya dependerá de nosotros los colombianos, el éxito que se pueda conseguir en cuanto a comercio bilateral, a la generación de empleo, al desarrollo agrícola e industrial, al mejoramiento de la infraestructura, que ya mencionamos, y al cumplimiento de nuestros compromisos.

Y, para terminar, la tan anhelada paz. Sabemos por las dolorosas experiencias anteriores, que no es fácil conseguirla. Muchas veces se ha conversado, bastante se ha cedido, muchos sacrificios se han hecho. Todas esas veces hemos sido engañados. Por eso, mientras se conversa, tenemos que apoyar y reforzar a nuestras Fuerzas Armadas, que estemos preparados para defender con las armas del Estado colombiano a nuestro pueblo, a los campesinos, a las fuerzas productivas, a las ciudades, a los niños ya todos los colombianos que hemos sido afectados por tan irracional proceder de unas guerrillas sin futuro.

El Colombiano/Editorial