Quibdó danza y canta con la inclusión de sus fiestas patronales como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad
El Segundo Secretario de la delegación de Colombia ante la Unesco, Francisco Javier Gutiérrez Plata, agradeció la decisión en nombre de Colombia y se comprometió a trabajar sin descanso por el respeto de los derechos de los portadores y la salvaguardia de las manifestaciones que los representan, haciendo énfasis en el trabajo participativo que se ha venido haciendo desde la comunidad. Igualmente, los portadores de la tradición presentes en el comité, expresaron su beneplácito con este importante reconocimiento.
“Esta expresión cultural representa buena parte de la diversidad del país y su inclusión a la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad es un gran paso en el reconocimiento de la composición pluriétnica y multicultural de Colombia”, afirmó Juan Luis Isaza Londoño, Director de Patrimonio.
Esta manifestación se suma a las otras siete que ya se encuentran inscritas en la Lista representativa del patrimonio inmaterial de la humanidad de la Unesco: el Espacio antropológico del Carnaval de Barranquilla, el Espacio cultural de San Basilio de Palenque, el Carnaval de Negros y Blancos, las Procesiones de Semana Santa de Popayán, el Sistema normativo wayuu aplicado por el palabrero, las Músicas de marimba y los cantos tradicionales del Pacífico sur y He Yaia Keti Oka -el conocimiento tradicional (Jaguares del Yuruparí) para el manejo del mundo de los grupos indígenas del río Pirá Paraná.
Las Fiestas de San Francisco de Asís son un evento celebrado anualmente en Quibdó, Chocó, donde se alternan expresiones religiosas y paganas. Son momento de afirmación de la identidad cultural afrochocoana, al actualizar tanto el modo en el que se asume la experiencia religiosa, como aquello que le es esencial en el dominio de la música, la danza y el teatro. El ‘San Pacho’, como lo llaman cariñosamente los quibdoseños, es un complejo espacio simbólico en la vida religiosa, social y política del municipio. Las fiestas son un referente identitario tan fuerte, que mientras en Quibdó se celebran las fiestas al santo, las diferentes colonias de chocoanos en el país celebran también su ‘San Pachito’.
Esta religiosidad particular involucra directamente a la comunidad, encargada de mantener las dos dimensiones complementarias de la Fiesta: cultivar la tradición religiosa y asegurar que la celebración cuente con la fuerza liberadora de la música y la danza. La comunidad se encarga también de gestionar los recursos y organizar la Fiesta: a lo largo del año los 12 barrios franciscanos se preparan brindando su creatividad y devoción para adorar al santo patrono.
Desde el 20 de septiembre hasta el 5 de octubre, la celebración se estructura a partir de 12 barrios franciscanos, sobre quienes recae el compromiso de organizar la fiesta. Durante la mañana la comunidad se congrega en la Misa Inaugural en la Catedral, y en la tarde la danza emerge como elemento liberador y el teatro rememora los hechos de la cotidianidad opresiva y la discriminación histórica.
San Francisco se enriquece al sonido del tambor, y en el encuentro pagano que se teje en la danza lo comienzan a llamar ‘San Pacho el de Quibdó’. El 3 de octubre, el Santo recorre el río en las balsadas, y el 4 se celebran en la madrugada los cantos devocionales (gozos) y en la tarde la Procesión Mayor del Santo. La población, que festejó a San Pacho en días pasados, recorre ahora en silencio cada uno de los barrios, quienes hacen ofrenda al Santo mediante el teatro misterio levantado en su honor, actualizando valores franciscanos.
Las Fiestas son un espacio de encuentro, diálogo e integración social por excelencia, en el que las comunidades de Quibdó discuten, conciertan, organizan y viven juntos en un espacio de convivencia pacífica, creativa y lúdica, reflejando un modelo de sociedad guiada por los valores franciscanos. Ejerce también una función de integración y de visibilización para la diáspora chocoana en diferentes centros urbanos de Colombia, donde las colonias celebran los ‘San Pachitos’. También lo hace con otras comunidades de la región, quienes organizan sus fiestas patronales apropiando elementos del modelo de Quibdó.
La nominación de la manifestación, que se dio en parís Francia, es el resultado de un proceso participativo al que asistieron los portadores directamente involucrados en la gestión y organización de las Fiestas. Estos portadores formularon, con el apoyo del Ministerio de Cultura, el Plan Especial de Salvaguardia (PES) de la Fiesta y el Expediente de nominación a la Lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, logro que se alcanzó hoy.
A partir del 2009, el Ministerio de Cultura viene apoyando, desde la Dirección de Patrimonio, el proceso de salvaguardia de las Fiestas de San Francisco de Asís, o San Pacho, en Quibdó, Chocó. Para asegurar la salvaguardia de la manifestación, la Fundación Fiestas Franciscanas conformó un equipo de trabajo para la formulación del Plan Especial de Salvaguardia (PES) y del expediente para la Unesco, con el fin de orientar una labor de consulta con los diferentes actores que participan en la Fiesta.
Es así como la Dirección de Patrimonio acompañó y asesoró el proceso de elaboración del PES y del Expediente para la solicitud de inclusión al la LRPCI de la Humanidad, enviando este último a la UNESCO a finales de marzo de 2011 y presentando el PES ante el Consejo nacional de Patrimonio Cultural el 15 de julio del mismo año. En tal fecha este Consejo emitió concepto favorable para la inclusión de las Fiestas de San Pacho en la LRPCI del ámbito nacional por unanimidad.
Una de las conclusiones más importantes de los encuentros fue que la fuerza tradicional de la Fiesta puede perderse por los cambios acelerados que se viven en el entorno social y económico. A partir de esta, y de otras conclusiones, se comprendió que la nominación del elemento a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad es una medida de salvaguardia fundamental frente a los retos y amenazas actuales de la Fiesta.
Esta inclusión pone en evidencia, una de vez más, la enorme riqueza cultural de Colombia y sus significados para la humanidad.