Parque Nacional Natural de los Nevados
Cifras provenientes de la oficina de turismo de Manizales y del propio sistema nacional de parques naturales, indican que la ciudad de Manizales recibe mensualmente unos 2500 turistas con destino al parque nacional natural de los nevados, en otras palabras, con destino al nevado del Ruiz, pues los turistas llegan básicamente con dirección a dicho nevado, así como a las aguas termales circundantes e incluso a la laguna del otún.
Hablar de 2500 turistas no es una cifra despreciable, por el contrario, es una muy significativa cantidad de personas que deciden venir a nuestro terruño, dejando aquí recursos económicos en restaurantes, hoteles, transportes, guías, tiendas, gasolineras, almacenes y otros lugares.
Debemos recordar que desde el 31 de marzo pasado, la jefe del Parque Nacional Natural los Nevados, Julia Miranda, informó a los visitantes, turistas, montañistas y comunidad en general, que el parque se encontraba CERRADO desde ese mismo día, y por tanto se prohibía el ingreso por cualquiera de las vías de acceso. El motivo del cierre obedecía según el informe, al incremento de la actividad del volcán nevado del Ruiz, que había pasado de nivel amarillo a nivel naranja, lo cual implicaba ERUPCIÓN PROBABLE EN TÉRMINO DE DÍAS O SEMANAS.
La decisión resultaba muy necesaria para el momento en que fue tomada, pues indudablemente no podía ponerse en riesgo a los visitantes, de la misma manera en que no podían desconocerse las recomendaciones de los organismos de socorro, con lo cual nadie se opuso a la decisión tomada, toda vez que la misma resultaba necesaria, responsable y adecuada.
Lo primero que implicó la medida, fue que los turistas de alta montaña modificaragn sus destinos para la semana santa del año 2012, la cual era una de las temporadas altas del parque y de los beneficiarios de esos turistas, lo que a pesar de las afectaciones económicas para la ciudad, se entendió de la mejor manera.
Recuerdo bien que en su momento se dijo que el cierre del parque era indefinido hasta tanto se tuviera otra disposición del servicio geológico colombiano INGEOMINAS – observatorio vulcanológico y sismológico de Manizales relacionado con el comportamiento de la actividad volcánica del volcán nevado del Ruiz, lo cual a pesar de la severidad de la decisión, también fue entendido, pues no se podía poner en riesgo la vida de nadie y menos después de estar advertidos por el observatorio vulcanológico de esta ciudad, el cual anunciaba la inminente erupción.
Después de casi nueve meses el propio observatorio modificó el nivel de riesgo pasándolo de color naranja a color amarillo, lo que significaba que la inminencia del riesgo había disminuido ostensiblemente. A tal punto se dio la disminución del riesgo que en septiembre se consideró la reapertura del parque, lo cual fue anunciado por la propia entidad rectora, diciendo que estaban analizando el reinicio de labores turísticas en la zona, buscando entre otras cosas que la ciudad recuperara su principal atractivo turístico, pues el cierre había impactado de manera negativa los indicadores de gestión y económicos en materia de turistas, lo que se explica por si solo, pues al revisar cual es la razón de un viaje de turismo a la ciudad de Manizales, por lo general el visitante responde que en primer lugar está la feria de Manizales y en segundo lugar está el parque de los nevados. La diferencia abismal entre una y otra actividad es que mientras la primera se oferta durante una semana cada año, la segunda se oferta durante todo el año.
Por eso es que nos alegra que el parque sea reabierto después de nueve meses, aunque sea con restricción, es decir con mayores controles y de manera más ordenada, más vigilada si se quiere, y de ser necesario que se cierre cuando las condiciones vuelvan a requerirlo, pues ello traerá beneficios económicos a la región y de paso la colocará nuevamente como uno de los destinos turísticos más importantes del centro del país para los turistas ávidos de esta aventura.
Si las condiciones de seguridad actuales aconsejaron la reapertura, nada justifica que los turistas y los propios manizaleños nos alejemos, nada justifica que nos privemos de observar esta maravilla de la naturaleza; si por el contrario, las condiciones desmejoran, que se vuelva al cierre entonces, pues nada justifica poner en riesgo a los visitantes y nada justifica el silencio, pues a lo menos que tenemos derecho es a conocer el estado actual de riesgo que implica el volcán.