28 de marzo de 2024

¿Qué pasó en Aranzazu con la política?

25 de diciembre de 2012
25 de diciembre de 2012

En la presidencia quedó la líder yepista Amparo Vásquez de Laverde, en la primera vicepresidencia Clemencia Torres del movimiento Unidad por Aranzazu, y en la segunda vicepresidencia Paula Andrea Serna Castaño, quien fuera elegida concejal por el Partido de la U, línea Mauricio Lizcano.

La llegada de Gabriel Zuluaga Montes a la Alcaldía de Aranzazu se dio porque hubo una alianza política con el Movimiento de Salvación Nacional que posibilitó su triunfo en las urnas en las elecciones del 30 de octubre del 2011. Los acuerdos para que este movimiento político respaldara a Gabriel Zuluaga Montes incluían, desde luego, la alternancia en el poder. Para las elecciones del 2014, el candidato a la alcaldía sería del Movimiento de Salvación Nacional, y obtendría el apoyo del Partido de la U, línea zuluaguista. Zuluaga Montes obtuvo la alcaldía por una diferencia de escasos 300  votos frente al candidato yepista, Jorge William Ruiz.

Desde el principio de su administración, Gabriel Zuluaga Montes cumplió al pie de la letra los pactos con el movimiento de Salvación Nacional. Inclusive, le dio a ese grupo político mayor participación burocrática que a su propio movimiento, Unidad por Aranzazu.  Esto en aras de afianzar la coalición política que se formó para alcanzar el triunfo. Hasta el pasado 29 de noviembre, la Mesa Directiva del Concejo Municipal estaba integrada por Raúl Andrés Giraldo del Partido de la U línea lizcanista como presidente, Luis Alfonso Valencia del sierrismo como segundo vicepresidente y Andrés Aguirre como segundo vicepresidente en representación del yepismo.

El entendimiento entre los grupos que formaron la coalición que operó hasta el pasado 29 de noviembre fue bueno. Sin embargo, esa noche empezó a gestarse un intento de bloqueo a la administración de Gabriel Zuluaga por parte de los concejales de Salvación Nacional. Trataron de llegar a un acuerdo con los concejales del Partido Conservador, línea yepista, para formar un bloque mayoritario en el concejo y, así, hacerle oposición al alcalde. A las nueve de la noche del jueves 29 de noviembre los sierristas estaban seguros de que podrían bloquear la gestión del alcalde. Pero a las once de la noche este propósito ya estaba hundido. ¿Por qué?

La razón para que el propósito de hacerle oposición al alcalde Gabriel Zuluaga Montes por parte de los concejales de Salvación Nacional fracasara fue el compromiso de los concejales yepistas con el desarrollo del municipio. Cuando se enteraron de la idea de los concejales sierristas de hacerle oposición al alcalde, evaluaron su gestión. Y concluyeron en que Zuluaga Montes venía haciendo una buena administración. Antes este hecho, optaron por ofrecerle su respaldo para garantizarle la gobernabilidad. Que era lo que pensaban quitarle los seguidores de Octavio Zuluaga Torres. Es decir, se fueron por lana, y salieron  trasquilados. El intento de formar un bloque mayoritario para hacerle oposición al alcalde naufragó.

Uno de los puntos que tuvo peso entre los concejales yepistas para no matricularse en la oposición fue que durante su primer año de gobierno Gabriel Zuluaga Montes no ha aplicado la persecución política contra ese grupo. Es decir, no ha procedido a despedir funcionarios por el simple hecho de pertenecer al yepismo. Al contrario, les ha dado su voto de confianza. Todo porque, como alcalde, considera que un buen funcionario debe continuar en la administración mientras cumpla  con sus obligaciones laborales, no importa su filiación política. Principio que ratificó al día siguiente del suceso del concejo, cuando firmó la resolución por medio de la cual nombraba en propiedad a la Inspectora de Policía y Tránsito, perteneciente a Salvación Nacional.

¿Cuál fue el Florero de Llorente que despertó la ira de los concejales  de Salvación Nacional? Sin duda alguna, la ratificación en el cargo de gerente de Aguas de Aranzazu de Claudia Patricia Gómez. Este hecho se produjo en la tarde del jueves 29 de noviembre. El grupo político que hasta ese momento era el gran aliado del alcalde Gabriel Zuluaga Montes aspiraba a llevar a ese cargo a uno de sus militantes, el exalcalde Luis Alberto Giraldo García. Pero debido a la   inhabilidad que la Secretaria de Planeación Municipal tenía para votar por Claudia Patricia Gómez, debía reemplazarla en la reunión de Junta Directiva el coordinador de Acción Comunal, Fernando Tamayo, quien voto por la gerente en ejercicio. Eso sí, el alcalde honró su compromiso al votar por el candidato de Salvación Nacional.

Como consecuencia de este episodio, los concejales de Salvación Nacional andan diciendo que el alcalde Gabriel Zuluaga Montes se le entregó al yepismo. Lo que no es cierto. Los concejales de ese movimiento adhirieron a la nueva coalición sin pedir nada a cambio, solamente pensando en una buena administración para el  municipio. Desde luego, como lo dice el alcalde, en el camino se aligerarán las cargas. Y es posible que entren a formar parte de la administración. Pero no habrá barrida de funcionarios de Salvación Nacional. En este sentido, el alcalde ha demostrado ser un hombre ponderado, mesurado en sus actuaciones, con un alto sentido de responsabilidad. No acepta imposiciones. Actúa con criterio propio.

Gabriel Zuluaga Montes es un hombre de carácter, probado en varios cargos públicos. El temor de que como consecuencia de ingreso del yepismo a esta coalición pueda ser manejado, es infundado. Como alcalde, no ha negociado sus principios, ni su programa de gobierno, ni su independencia. Yo estoy seguro de que en el momento en que el yepismo trate de presionarlo, no lo permitirá. Venderle a la opinión pública la idea de que se le entregó a quienes combatió como candidato, es un argumento que se cae por su propio peso. Gabriel Zuluaga no se alió con el yepismo. Fue el yepismo el que se unió a Gabriel Zuluaga. Eso sí, sobre la base de trabajar para construir un Aranzazu mejor.