24 de marzo de 2023
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Ximena Giraldo Quintero

En tierra derecha!, arranca el proceso de paz

18 de noviembre de 2012
18 de noviembre de 2012

rudamesHablar de diálogos de paz es algo que no llama la atención en algunos sectores, porque las opiniones son bastante divididas y tienen porqué serlo, por la gran cantidad de intereses creados, tanto de índole política como económica. La guerra siempre ha sido y será un gran negocio y hay quienes dicen que se pueden acabar las Fuerzas Armadas en caso de que llegue la paz y es cuando debemos de dar una mirada a lo que de verdad debe de ser el trabajo de esas fuerzas armadas, que como las colombianas han dado un gran ejemplo de sacrificio y de colaboración en todos los campos y cuya labor no es solo perseguir delincuentes en las selvas y en el sector público.

También tienen razón los que ven con incredulidad lo que pueda suceder, porque de verdad después del fracaso del proceso de paz del Caguán, en donde las FARC utilizaron si se puede decir la ingenuidad del Gobierno para tomar un grande respiro, nada se puede esperar y recordar esa imagen macabra por no llamarla de otra manera de la silla vacía en el momento de la instalación, cuando Manuel Marulanda Vélez (Tirofijo) se dio el lujo de no solo dejar plantado al presidente Pastrana, sino a todo el país, que esperaba con gran ansiedad el principio del fin.

Pero no podemos comparar el gobierno Pastrana, con el gobierno Santos, el primero lleno de improvisaciones y que puede pasar a la historia como uno de los regulares, por no decir malos que ha tenido Colombia en los últimos años, mientras que el gobierno Santos ha demostrado seriedad y planificación, para sacar al país de ese hueco donde lo han dejado los gobernantes que lo antecedieron, del que se puede salvar Álvaro Uribe Vélez, quien le apostó por la tranquilidad y la paz en todos los sectores, aunque se haya olvidado en gran parte del asunto social, por lo que le quedó faltando tiempo y hubiera sido necesario que se le hubiera reelegido por otros cuatro años más.
Mirando las cosas desde este punto de vista, nos damos cuenta que el proceso de paz que ya tuvo su antesala en Oslo y que seguirá, como lo decía en un comienzo en la Habana, Cuba, puede arrojar excelentes resultados si quienes están sentados a la mesa son serios y respetan las bases del mismo, pues por lo que vimos en la reunión en Europa, una ala de las FARC trató de mostrar otro discurso, diferente a lo que se había acordado con el Gobierno desde un principio.

El Gobierno aquí debe de ser de una sola pieza y no ceder, porque si se pone a darle gusto a toda la gente, como aparecen en el lugar de las conversaciones individuos e instituciones que nada tienen que ver con lo que se está buscando, y este diálogo debe ser simple y llanamente entre Gobierno y FARC que son los enfrascados en este conflicto.

Es verdad que hay muchos sectores de la población afectados por esta guerra, pero también se debe tener en cuenta que no es el momento de protagonismos, porque hay mucha gente que le gusta figurar y está lista a sacar tajada de lo positivo o negativo que salga de estas conversaciones.

El Gobierno y las FARC deben de hacerse los sordos, ciegos y mudos, como dice la canción de Shakira, para conseguir resultados positivos, porque donde se deje interferir a otros sectores, esto se puede constituir en un verdadero fracaso, y mucho más si no se cuida que cada una de las cosas que sucedan no se filtren a los medios de comunicación de manera irresponsable y que para ello se tenga en cuenta que solo es válido lo que digan los voceros de cualquiera de las partes. Aunque en esto hay que tener mucho cuidado, porque se deben de poner de acuerdo antes de dar a conocer cualquier opinión a la ciudadanía, porque volveríamos de lo contrario a escuchar discursos encontrados y esto acabaría por llevar a un verdadero fracaso.

Sabemos que la paz tiene más enemigos que la guerra, quizá por lo que hemos dicho anteriormente, por intereses creados, porque no se quiere dejar ver el buen trabajo del Gobierno, o simplemente porque no faltará quien sea más amigo de la mala imagen del país.

La paz es responsabilidad de todos, y por eso tanto quienes están sentados a la mesa, como la ciudadanía y los medios de comunicación debemos de tener mucho cuidado en lo que se hace y rodear al Gobierno en este nuevo intento, para que no haya más muertes entre hermanos en esta tierra tan bella llamada Colombia.