La prevalencia de lo mezquino y abominable.

Cuando las personas se apartan diametralmente de su ideología a cambio de prebendas mezquinas y abominables, y siguen orondos y sin vergüenza ostentando su vilipendiado ideario y posición, demuestran inequívocamente su pobre condición y una reducción a su mínima expresión como Seres racionales. Y esto fue lo que sucedió en el Senado de la República con la reelección del Procurador, con excepción de los senadores de la bancada conservadora, quienes sí estaban en su ‘salsa ideológica’, y los votos en blanco del Polo Democrático.

Los compadrazgos, la apatía y el abstencionismo, en cabeza de los votantes, son los únicos responsables de que se tenga “el mejor parlamento que el dinero pueda comprar”, esta situación tiene como consecuencia principal la equivocación garrafal para su escogencia o el permitir que otros elijan por uno, lo que arroja un pésimo o deficiente desempeño de los dignatarios elegidos, así como también, la desacertada dirección de los partidos políticos.

El Partido Conservador, y solo él, tenía la obligación de apoyar de manera incondicional la reelección del Procurador Ordoñez Maldonado, por cuanto éste es uno de los máximos  exponentes de sus principios ideológicos y filosóficos y que, según su modo de pensar y de actuar, rayan con un mínimo de intolerancia y aceptación racional de ciertas conductas producto de la libertad de vida y el libre desarrollo de la personalidad, lo que lo convierte en un recalcitrante  homófobo fundamentalista nocivo para cualquier sociedad; además, dio muestras de hábil corruptor con el manejo desaforado de su nómina, lo que lo convierte en otro corrupto.

La determinación que tomó la bancada liberal del Senado de apoyar y de votar por Alejandro Ordoñez para la reelección de Procurador, es vergonzosa, inadmisible y dolorosa, su justificación inicua solo descansa en hacer honor a su palabra empeñada a cambio de ciertas gabelas personales, arrojando por la borda lo poco que podían tener de dignidad y ética, y sin ningún pundonor desconocieron, a sabiendas, los más elementales principios que encarna el Partido Liberal o a lo mejor es posible que no los hayan leído porque esto hace parte de la democracia, y para ser elegido no se requiere saber leer o escribir.

Adonde fueron a parar principios tales como: el Partido Liberal es el Partido del pueblo y su carácter pluralista; es el Partido del libre examen y de la tolerancia; el Partido tiene su razón de ser en la promoción del ser humano y la defensa de los derechos fundamentales de las personas, entre otros, el derecho a la vida, a la libertad, a la salud, a la educación, al desarrollo cultural, a la equidad, incluyendo la de género, a la solidaridad; mantendrá su apoyo a la legítima exigencia de la mujer en pro de la igualdad de sus derechos. ¿O es que acaso se pregonan solo cuando se requieren los votos para la elección?

Con la reelección del Procurador, los sobresalientes senadores liberales de ‘pacotilla’ y  clientelistas empedernidos, borraron irresponsablemente dichos principios y sepultaron al Partido con entierro de segunda, olvidando que fue la colectividad mayoritaria en el contexto nacional por muchísimos años, y pionero, en otrora, de las grandes reformas constitucionales  caracterizadas por el impulso progresista y social. ¡O témpora o mores!

Conocí de vista, trato y comunicación a Luis Carlos Galán, fui testigo de excepción, junto con muchos otros, de su modo de pensar, de actuar y de su proyección política, es por ello, que no alcanzo a dimensionar su reacción si le hubiese tocado presenciar a su vástago apoyando con su voto la reelección de Alejandro Ordoñez, quien es la antítesis liberal. ¿Votará nuevamente la ‘alpargatocracia’ bogotana por Juan Manuel Galán? ¿O los ‘toches’ de Norte de Santander por Juan Fernando Cristo? ¿O la rancia aristocracia caucana por Luis Fernando Velasco?

No me extrañó en lo más mínimo la adhesión al Procurador por parte del Partido de ‘laU’, por  circunstancias simples y sencillas: el embrión se formó de varias espermas con diversidad de genes lo que dificulta establecer los caracteres hereditarios arrojando innumerables condiciones disimiles e imposibles de homogenizar, por eso es un partido que se ha distinguido por díscolo y extravagante de un variopinto de ideologías impresionante, razón por la cual se ha dado el lujo de albergar, sin recato alguno, personajes de todos los pelambres y así poder ostentar la gran cauda electoral, incluyendo, por supuesto, a los sanguinarios paramilitares.

No me extraña en lo más mínimo que una persona de las condiciones de Alejandro Ordoñez, se venga lanza en ristre contra Raimundo y todo el mundo. Amanecerá y veremos a toda esta corruptela en una lucha sin cuartel de todos contra todos.

Manizales, Diciembre 16 de 2012.

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