Veintisiete predios certificados en Quindío en Buenas Prácticas Porcícolas
“Ustedes son un modelo en el país en la aplicación de buenas prácticas”, subrayó la Gerente General, para quien la labor que en la materia se ha realizado en la región ha sido particularmente sistemática y metódica.
En el mismo sentido se refirió la Subgerente de Protección Animal del ICA, cuando destacó la pujanza de los porcicultores de Quindío, así como las características de la producción propia del departamento, la cual “es muy limpia, lo que no se ve fácilmente en el resto del país”, señaló.
Por cuenta de esa pujanza, Quindío tiene hoy setenta y seis predios certificados en Buenas Prácticas Porcícolas. Además, la totalidad de su territorio es zona libre de peste porcina clásica sin vacunación. Tales condiciones permiten que en un futuro cercano el departamento se convierta en un potencial exportador de cerdo, capaz de aprovechar plenamente las oportunidades comerciales que el país ha creado al amparo de los diferentes tratados de libre comercio que de un tiempo a esta parte el Gobierno nacional ha venido suscribiendo. ¨Obtener la certificación en Buenas Prácticas Porcícolas no consiste en cumplir con un requisito, sino que es la puerta de entrada a los mercados internacionales¨, indicó Guillermo Barreneche, quien felicitó a los porcicultores presentes y los invitó a seguir adelante en la tarea de mejorar día a día las condiciones de sus explotaciones.
Uno de los aspectos que llamó la atención a lo largo de la jornada fue el papel fundamental que han jugado las mujeres en la consecución de las certificaciones en el Quindío, pues la capacidad de trabajo demostrada por ellas, así como el rigor que prestan a los pequeños detalles, han sido factores clave en la mejora de la bioseguridad e inocuidad de las explotaciones. De hecho, Ana María Martínez Gómez, epidemióloga, líder de los proyectos de inocuidad en el departamento y quien orientó a los porcicultores a lo largo del proceso que los condujo a la obtención de las certificaciones, dijo que la entrega de las mismas es “como la graduación de 27 hijos”. Y agregó que la normatividad es incluyente, lo que ha permitido que pequeños, medianos y grandes porcicultores hayan podido certificarse.