6 de diciembre de 2024

Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Usme y Bosa, localidades con más desempleo

3 de mayo de 2012
3 de mayo de 2012

El concejal Yezid García asegura que pese a que Bogotá tiene una de las tasas de desempleo más bajas del país (10,7%), sus niveles de desocupación están entre los más altos de las capitales de América Latina.

“En Bogotá una de cada 3 personas en la ciudad se siente insatisfecha con su trabajo. El ingreso promedio per cápita para los estratos 1 y 2, los cuales representan el 49% de la población bogotana, es inferior al salario mínimo. La informalidad es del 45%. Apenas un 54% de los trabajadores tienen un contrato. Solo el 28% están afiliados a un fondo de pensiones. Y los trabajadores que pertenecen a un sindicato no superan el 8%. La situación no parece mejorar en el tiempo: en el último año, 62,1% de los nuevos puestos de trabajo fueron no asalariados (cerca de 84 mil personas). Bogotá es pues la ciudad de los muchos malos empleos”, señaló con base en estudios de la Procuraduría, Usaid y la Encuesta Multipropósito 2011.

“La situación del trabajo en Bogotá es todo menos decente. La escasez de trabajo decente afecta mayormente a la población más vulnerable. Mientras la tasa de desempleo en el estrato 1 es del 11%, en el estrato 6 es apenas del 3%. El ingreso per cápita en el estrato 6 es catorce veces mayor que el del estrato 1”, puntualizó García.

En este sentido recordó, con base en investigaciones realizadas, que el desempleo es más alto precisamente en las localidades más pobres: mientras que en Chapinero la tasa de desempleo es del 4%, en Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Usme y Bosa está por encima del 10%. “No se puede corregir la segregación social y la pobreza sin democratizar las oportunidades de empleo”.

Así mismo, señaló que las mujeres también padecen con mayor rigor el déficit de trabajo decente en la ciudad. “Mientras que 75 de cada 100 hombres participan en el mercado laboral, solo 59 mujeres de cada 100 lo hacen. Sus tasas de desempleo han estado, históricamente, dos puntos porcentuales por encima de las de los hombres”.

“Los jóvenes enfrentan tasas de desempleo (21,9%) que doblan las del resto de la población (10,9%). Los jóvenes pobres enfrentan tasas de desempleo del 50%, lo cual es, sin lugar a dudas, uno de los mayores alicientes para que caigan en la delincuencia o en tragedias como la adicción a las drogas”, agregó.

García señaló que ante esta preocupante situación, el reclamo de la ciudadanía es contundente: “más trabajo decente para poder desarrollar sus proyectos de vida con autonomía sin depender de los programas de asistencia social. Mantener trabajos precarios sería condenar a la gente a vivir vidas precarias. El trabajo debe dejar de ser un motivo de frustraciones y convertirse en una oportunidad de desarrollo personal”.