14 de diciembre de 2024

El último paso para el TLC

12 de abril de 2012

El último paso dado por el Congreso era una condición sine qua non para la entrada en vigencia del TLC y surge de lo pactado en el propio acuerdo y de la última visita del Presidente Santos a su similar de Estados Unidos, Barack Obama, el año pasado.

El Gobierno de Álvaro Uribe puso todas las bases y dedicó sus mayores esfuerzos para el logro de este tratado comercial, al que se atravesaron, en un principio, reclamos de algunos sectores vinculados a la producción agropecuaria y, posteriormente, la propia situación política estadounidense.

El acuerdo bilateral fue firmado en 2006 y estuvo en un limbo hasta octubre del año pasado cuando fue aprobado por el Congreso de Estados Unidos.

Juan Manuel Santos lo asumió como un reto de altísima prioridad para el país. Y en su afán de agilizar la entrada en vigor del tratado, el Gobierno ha venido desarrollando una intensa labor.

La respuesta fue positiva. Incluso si se valora en toda su dimensión la presencia de Obama, ahora en Cartagena, donde, muy seguramente, se hará el anuncio de la luz verde para la puesta en marcha del TLC entre los dos países.

Paralelamente, el zar del TLC, Hernando José Gómez, ha establecido una agenda de trabajo que, además de la implementación normativa, incluye la adecuación institucional y el aprovechamiento comercial.

Entre las actividades que este deberá adelantar está la identificación de las oportunidades, las necesidades y las dificultades que se tienen en los diferentes sectores para ampliar y diversificar la oferta exportable del país con destino a Estados Unidos.

Igualmente, es necesario avanzar en el fortalecimiento y la adecuación institucional en las áreas de controles sanitarios y fitosanitarios.

El TLC con Estados Unidos puede llegar a convertirse en «un importante vehículo para la prosperidad de los colombianos», según el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados,

Sin duda resultará positivo para Colombia, siempre y cuando se cumpla una agenda de trabajo intensa dentro del Gobierno, así como con el sector privado y las regiones, que permita su aprovechamiento.

Sin embargo, ni ahora ni antes, el TLC ha estado exento de polémicas. Hoy el país registra una gran conmoción en sus redes sociales por el rechazo a varios artículos aprobados en la Ley 201 de 2012, sobre derechos de autor, y la cual ha sido calificada por sus críticos como una «Ley Lleras recargada».

Para el Gobierno, se trató simplemente de una diligencia para ajustarse a las obligaciones que tiene el tratado, pero que, como tal, esta ley existe desde hace seis años, para proteger los derechos de autor.

Lo aprobado tendrá implicaciones en el uso que los colombianos hacen de Internet. También varía el porcentaje de producciones nacionales y extranjeras en la televisión colombiana, que podría afectar la producción nacional.

Que el TLC con Estados Unidos se pueda poner en marcha es un gran logro para Colombia, pero siempre será deseable que la normatividad establecida haya dejado en claro la doble vía en cuanto a las ventajas que se esperan de un tratado comercial gana-gana con el mayor mercado del mundo.

El Colombiano/Editorial