El 20 por ciento de las adolescentes de Risaralda ya es madre o está embarazada
Pero estos no son los únicos problemas que enfrenta Diana, una niña de 15 años que hace parte del 20 por ciento de las adolescentes risaraldenses que queda embarazada según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud.
Lo que no sabe Diana es que un embarazo a su edad puede traer serios problemas de salud para la madre y ocasionarle al bebé incapacidades permanentes e incluso la muerte.
“Cuando una adolescente queda en embarazo corre mayor riesgo de tener un parto prematuro, niños con bajo peso al nacer, anemia, sangrados y eclampsia, entre otras complicaciones que pueden ocasionarle al bebé incapacidades permanentes e incluso la muerte”, afirmó la Secretaria de Salud Departamental, Lina Beatriz Rendón Torres.
Esto se debe a varias razones, una de ellas es la inmadurez del organismo de las adolescentes. En los países en desarrollo, por ejemplo, los bebés de las madres adolescentes tienen bajo peso al nacer y partos prematuros.
Por ejemplo los bebés que nacen antes de las 37 semanas de embarazo (prematuros) y de bajo peso al nacer, pueden tener órganos que no están totalmente desarrollados. Esto puede derivar en problemas respiratorios, como el síndrome de dificultad respiratoria, hemorragias cerebrales, pérdida de la vista y problemas intestinales graves. Los bebés de muy bajo peso al nacer (1800 gramos o menos) tienen casi 100 veces más probabilidades de morir durante su primer año de vida que los bebés nacidos con peso normal.
De acuerdo con el Director de Salud Pública, Cristián Herrera Giraldo, está comprobado que las adolescentes tienen más probabilidades de fumar durante el embarazo, que las mujeres mayores de 25 años.
“Lo grave es que los bebés de las mujeres que fuman durante el embarazo, tienen un mayor riesgo de nacer prematuros y con bajo peso y de padecer el síndrome de muerte súbita del bebé. Estas mujeres también tienen un mayor riesgo de tener complicaciones durante el embarazo, incluidos problemas en la placenta”, explicó Herrera.
Entre las madres de todas las edades, las adolescentes componen el grupo en el que hay menos probabilidades de que reciban atención médica prenatal a comienzos de la gestación y de manera regular.
Como si fuera poco, las madres adolescentes tienen alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, que a su vez pueden traer las siguientes complicaciones:
Clamidia, que puede provocar esterilidad en la persona afectada e infecciones en los ojos y neumonía en el bebé recién nacido.
Sífilis, que puede causar ceguera, la muerte de la madre y la muerte del bebé.
VIH, el virus que causa el SIDA. El tratamiento durante el embarazo reduce considerablemente el riesgo de que la madre infectada transmita la infección al bebé.
Frente a lo anterior el coordinador del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la secretaría de Salud Departamental, Jhon Gerardo Moreno Gómez, indicó que, “las causas de estos embarazos tempranos están ligadas a la pobreza y a la falta de educación, eso es innegable y lo han reconocido todos los grupos de investigación. Esta situación es un gran riesgo social”, señaló.
A esto se suma el inicio temprano de la sexualidad. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud hay niñas que comienzan su vida en pareja a los 12 años. “Muchas de ellas forzadas por adultos”, agregó Moreno Gómez.
Este último hecho es tan grave que de acuerdo con las leyes vigentes, el que acceda carnalmente a persona menor de 14 años, incurrirá en prisión de 12 a 20 años. Así mismo, el que realice actos sexuales diversos del acceso carnal con persona menor de 14 años o en su presencia, o la induzca a prácticas sexuales, incurrirá en prisión de 9 a 13 años.
¿Cómo prevenir el embarazo adolescente?
“Para prevenir un embarazo adolescente es importante desarrollar valores personales, como la responsabilidad, el respeto a la vida, a nuestro cuerpo, a las decisiones de los demás, el conocimiento y la puesta en práctica de nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos”.
La anterior reflexión de la secretaria de Salud, Lina Beatriz Rendón Torres, confirma que un buen ambiente familiar es un factor ideal que ayuda a disminuir la tasa de embarazos adolescentes.
De allí que fortalecer el diálogo entre padres e hijos sea una estrategia determinante para incidir en la toma de decisiones asertivas frente a la sexualidad.
Pero cuando los embarazos se presentan, los padres o los adultos a cargo, deben comprender y respaldar a la adolescente en el proceso. Esto garantiza también un adecuado crecimiento y desarrollo del bebé.
“Por otra parte estudios médicos demuestran que no basta con explicarles a los jóvenes los métodos de anticoncepción, sino que es necesario ofrecerles proyectos de vida, perspectivas de estudio, y además, sitios a donde puedan acudir por información o por los métodos, programas de atención y prevención integral, lugares en donde sean recibidos amablemente y tengan atención médica y espacios de socialización”, señaló Rendón Torres.
Muchos creen que la información induce a la promiscuidad; sin embargo, es la falta de esta la que los pone en riesgo. Adultos capacitados que informan a los jóvenes aportan a que menos niños nazcan sin haber sido deseados.
Orientación para los jóvenes
Los jóvenes que deseen orientación sobre salud sexual y reproductiva pueden llamar en horario de oficina a la “Línea Amiga” de la Secretaría de Salud departamental, cuyo número telefónico es 3339610, donde un grupo de psicólogos los ayudarán y orientarán.
Los adolescentes también pueden acercarse a los Hospitales públicos de cada municipio y solicitar los Servicios de Salud Amigables, estrategia del Ministerio de la Protección Social y el Fondo de Población de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es adecuar las respuestas de los servicios de salud a las necesidades de adolescentes y jóvenes en lo relacionado con su sexualidad y reproducción.