21 de enero de 2025

¿Qué pasó en Empresas Públicas de Armenia?

7 de marzo de 2012
7 de marzo de 2012

gilberto montalvoHay renuncias en el sector público que no pasan de ser una rutina pero en el caso de la presentada ayer en la tarde por el gerente de las empresas públicas, Juan Carlos Marín Bedoya, debe existir un fondo que es preciso conocerse por parte de la ciudadanía.

Las empresas públicas de Armenia han sido un objeto de pasantía para derroches y atropellos con los dineros pertenecientes a todos los armenitas.

Los latrocinios han estado a la orden del día en esta empresa que no  ha  dejado de ser la caja menor de funcionarios corruptos  que se han empotrado en la entidad  para hacer toda clase de pestilentes bellaquerías.

Entregaron la planta de producción eléctrica de El Caimo, nos la robaron; El alumbrado público lo feriaron ; el denominado matadero se fue a manos particulares, el aseo sirvió por siete años para hacer más robustos los  nauseabundos patrimonios de una familia que se apropió de los recursos públicos y estos mismos nos sacaron lo poco que quedaba para llevárselo de la mano de un gerente indeseable con unas inversiones fantasmas en Magangué y Tumaco, también se las robaron. Y antes, mucho antes, hicieron fiesta con la denominada planta de teléfonos que la regalaron en su momento y cuando reingresaron algunos recursos de la venta de Telearmenia, sesenta y ocho mil millones de pesos se fueron por las alcantarillas. Otra felonía más.

Un verdadero festín abominable de aprovechadores de la cosa pública para enriquecerse a costa de todos nosotros.

Ahora cuando se ha confiado la administración de la ciudad a una profesional de inobjetables condiciones personales es preciso que no se nos venga con milongas sobre una entidad en que todos estamos empeñados en su rescate.

Juan Carlos Marin se la jugó a fondo con la recuperación del aseo y haciendo gala de probidad y desempeñándose a fondo, pese a los intentos de Servigenerales de quedarse con el jugoso negocio, incluso ofreciéndole dineros a un exalcalde- el propio Gilberto López lo hizo saber así a la opinión pública-ahora aparece, según la versión de la alcaldesa Luz Piedad Valencia,  presentando una renuncia “por motivos personales.”

No estamos tras suspicacias pero algo de fondo pasó.

Hemos estado todos en alerta para la recuperación de las empresas públicas  y el mensaje de la renuncia del gerente nos tiene que poner en estado de emergencia porque un hecho de esta naturaleza no puede pasar de manera tangencial.

Juan Carlos Marin era hasta hace unas horas de las entrañas personales y políticas de la señora alcaldesa y no se puede entender cómo de un momento a otro cae en desgracia.

Se deben conocer los detalles de la renuncia porque las consejas ya empezaron a circular y en este momento histórico para la ciudad no se pueden dejar dudas porque sería impensable que siguiéramos en las mismas cuando muchos hemos creído en el cambio.

Sólo se conoce la versión en los medios donde la alcaldesa en un tono diplomático atribuye a situaciones personales la renuncia del ingeniero Marin.

Desde el mismo momento el ex funcionario cortó toda comunicación con los medios, donde tuvo mucha receptividad, y nos quedamos con una versión. Más dudas se generan.

Lo cierto es que a Juan Carlos Marín Bedoya la alcaldesa Luz Piedad Valencia Franco le pidió la renuncia y una situación de esta naturaleza no es gratuita, algo pasó y tenemos todos el derecho a saberlo.

Entretanto, don Mauricio Sossa, se puede ir como jurídico y llegar Javier Roa, eso poco importa, maquillar la salida del gerente con otro cambio de rutina no pasa de ser  un malabarismo mediático. El caso es de fondo y que algo pasó… pasó.

Mal comienzo para una administración en la que se han centrado todas las expectativas. Era impensable hasta ayer que un gerente que había demostrado capacidad de trabajo y empeño en sacar adelante a las EPA salga por la puerta de atrás sin ton ni son pero más extraño aun que una persona de la casa sea botada porque sí.

No sabíamos que la doctora Luz Piedad hace dos meses creyera en la confianza que le generaba después de muchos años  de cercanía el ingeniero Marín y que en un abrir y cerrar de ojos se cayera con todo y desgracia.

¡Ay! estas cosas que le toca a uno ver, ojalá no hayamos cambiado para seguir igual o lo mismo… que es lo mismo.