Infiltración a campamentos de la guerrilla permite descubrir centros médicos en Bogotá
Con la infiltración a este frente se pudo establecer que alias “Romaña”, pagó la capacitación en enfermería y conocimientos médicos a alias “Tatiana y Viviana”, quienes fueron capturadas en esta operación y cobijadas con medida de aseguramiento en la penitenciaría del Buen Pastor. Estas mujeres aprovechando su conocimiento prestaban servicio en una casa que fue acondicionada no sólo como bodega logística de medicamentos y utensilios que permitieran atender a heridos un poco más avanzados sino también casa de recuperación de enfermos.
Según las investigaciones este frente arrendaba casas habilitadas para el cuidado y atención médica de heridos en combate, una ubicada en alrededores del campamento central de forma estratégica que permitiera pasar desapercibidos por las autoridades con perfiles bajos, como campesinos de la región en la cual llegaba los heridos y se les prestaba atención de primeros auxilios. En la cual alias “Tatiana”, compañera sentimental de alias “Alexis Guapachon”, coordinaba la entrega de elementos, atención a los enfermos y servicio médico, desplazándose desde Bogotá de ser necesario.
La segunda casa ubicada en Usme, al sur de Bogotá, era atendida por Alias “Viviana” quien sólo permanecía en la Capital, a esta casa llegaban los heridos más delicados que dentro de la organización narcoterrorista tuvieran un cargo de importancia y a su vez necesitaran ser atendido por médicos especialistas.
En los seguimientos efectuados se pudo conocer el caso de uno de los explosivistas de alias “Romaña”, quien al preparar un artefacto explosivo para una acción terrorista, perdió la extremidad superior izquierda, dos dedos de su mano derecha y un ojo, siendo trasladado por orden directa de Henry Castellanos Garzón a Bogotá para ser atendido especialmente por ser uno de sus mejores hombres, encargando a alias “Tatiana” y a alias “Guapachon” de su tratamiento y estadía.