22 de enero de 2025

¡Hombre… qué afán tienen! Dejen trabajar a la alcaldesa

15 de marzo de 2012
15 de marzo de 2012

No se por qué molestan tanto a la mandataria pidiéndole celeridad en un tema que al parecer sigue importando muy poco.

Cabe recordar que las EPA han sido el botín de muchos inescrupulosos que han pasado por la administración municipal.

Las volvieron una caja menor y los negociados con los servicios que prestaba se convirtieron en un atraco al bolsillo de todos para enriquecerse algunos malandrines que defraudaron la confianza ciudadana.

Luz Piedad Valencia apadrinó con toda su fuerza política para que el alcalde encargado de entonces, un correveidile hoy investigado por el asunto, le nombrara al ingeniero Marin en esa posición y tomó la decisión de ratificarlo al momento de su posesión para dos meses después renunciarlo.

La salida de Marín es una notificación más de cómo se han manejado las cosas durante la mayor parte de su historia en las empresas públicas de Armenia porque no nos vengan a decir que sólo hace quince días la doctora Valencia se enteró de la incapacidad o la incompetencia o cualquier otro detallito del gerente defenestrado.

Las cosas que se surtieron al interior de la gerencia de Marín Bedoya tienen una serie de puntos grises que tarde o temprano vamos a saber, sin ninguna duda.

Pero retomando el tema de la premura para que se designe un gerente no deja de ser un querer con el deseo.

No hay que hacerse ilusiones. Entretanto no se recompongan las cargas  y quien sea el héroe que se le apunte a esta gerencia y  acepte sin condiciones lineamientos que vienen de arriba la interinidad seguirá.

Son pocos los que se atreven a aceptar una gerencia llena de obstáculos de toda índole donde los intereses muy particulares y las ambiciones políticas tienen que se atendidas sin ninguna objeción.

Las empresas públicas debían retomar el aseo, lo hicieron, pero todavía hay muchas cosas por ajustar, entre ellas volver a esa entidad una empresa de desarrollo y prestadora de verdaderos servicios, mas otras opciones como apalancamiento del futuro de la ciudad.

Pero qué lejos estamos de esta percepción.

Las Empresas Públicas de Armenia sigue siendo el bien mostrenco que a nadie le importa, ondula al vaivén de la politiquería y mientras siga siendo un botín o una caja menor su futuro estará en veremos.

Qué afán de nombrar gerente, con un encargado basta y mucho mejor ahora con un sindicato  patronal y menesteroso aliado con los dueños del latrocinio para jodernos. Pedir urgencia  para el nombramiento de gerente es ganas de molestarle la vida a la alcaldesa Luz Piedad, déjenla gobernar  porque  no hay que olvidar que se encuentra muy ocupada en otros menesteres que le demanda su frenética administración.