Cien años de historia
Varios años le demandó al autor la confección de este trabajo minucioso que hoy ve la luz en un denso volumen de 518 páginas en gran tamaño, impreso por la Editorial Lealon, de Medellín. Al programa se vinculó la Asociación Nacional de Linotipistas (Andel), de la cual es presidente Luis Carlos Adames desde 1997. Andel es una entidad casi centenaria, pues nació en 1923, lo cual indica que se trata de un gremio que corre casi parejo con el recorrido de la obra. Es la agrupación gremial más antigua de Colombia.
Adames es uno de los mayores representantes de la linotipia que quedan en el país. Inició su actividad en Cromos y en El Tiempo, y en este último se convirtió en la mano derecha de Calibán en cuanto a la comprensión de sus artículos se refiere, los cuales, escritos en una letra menuda e indescifrable, nadie más que Adames era capaz de traducirlos para llevarlos a las páginas del periódico. El asesor de Calibán se había especializado en Sao Paulo, y años después de su labor en El Tiempo pasó a dirigir, durante dos décadas, la Imprenta del Banco Popular, la cual iniciaba la extraordinaria labor que se llevó a cabo con la serie bibliográfica que, bajo los auspicios del presidente de la institución, Eduardo Nieto Calderón, tanto beneplácito recibió en el país.
La maestría de Adames fue fundamental para dicho cometido. Él mismo realizó dos brillantes ejecuciones dentro de la serie mencionada: las antologías Escritos escogidos de L.E.N.C (5 tomos) y Obra escogida de Alfonso Bonilla Naar (2 tomos). Además, es autor de los siguientes libros: Calibán y la prensa de opinión, Periodistas, violencias y censuras, y Otto, el periodista que negoció la paz.
Luis Carlos Adames sale ahora con la obra gigante a que se refiere esta nota. Esto de reseñar los hechos sobresalientes que han ocurrido en los gobiernos y en el periodismo del país en los últimos cien años es tarea colosal. No es un tratado de historia, sino una relación sucinta de los principales sucesos, con análisis ágiles sobre cada caso y cada persona, y con prescindencia de juicios críticos, pues tal no es el objetivo de la obra.
De lo que se trata es de presentar el curso de los días bajo el liderazgo de los gobernantes y de los protagonistas del periodismo (dos ramas esenciales en toda democracia, y que deben ser independientes), donde se hace énfasis en los capítulos más notorios que han marcado la historia colombiana en el ciclo referido. Se ofrecen datos biográficos de los personajes, y abundante material gráfico, a fin de que el lector se oriente con facilidad y amenidad dentro de este inventario objetivo, y muy bien discernido. Y busque, si lo desea, otras fuentes de estudio, que las hallará sobre todo en obras de estricto orden académico.
“La información genera la opinión”, se anota en las palabras liminares. A pesar de su extensión, la obra se deja leer con interés y agrado. Es una guía, una síntesis, un libro informativo, elaborado a base de textos breves, concisos y definidores. Es esta una condición notable en la escritura del autor, y de ella ha hecho gala en sus libros anteriores. Por lo tanto, es una obra valiosa para toda clase de lectores, y merece una voz de aplauso.
Bogotá, 9-III-2012.