28 de marzo de 2024

Los huecos en Bogotá tienen estrato

7 de febrero de 2012
7 de febrero de 2012

Bogotá, 7 de febrero (RAM).Entre más alto sea, más rápido son tapados, para la muestra un botón: la semana pasada se hundió una alcantarilla en la carrera quinta con calle sesenta y cinco, en el sector exclusivo de Rosales, al otro día ya estaba reparado.

 


Ese mismo día se produjo un hundimiento en la carrera novena con calle setenta, en Quinta Camacho, norte de la ciudad, a las doce horas lo habían arreglado.

Pero en cambio, hace cuatro meses se hundió completamente la banca de la antigua vìa a Villavicencio, en el sector de las ladrilleras en el barrio Las Amapolas, localidad de San Cristobal sur, funcionarios del IDU y de la Secretaría de Movilidad revisaron, tomaron fotos, pusieron avisos de precaución pero hasta el momento no se ha hecho nada.

Hace tres años, los vecinos alertaron al IDU sobre las fallas geológicas que se estaban registrando pero nunca les pusieron atención. Hoy no tienen carretera, las seis rutas de transporte público están suspendidas y no aparecen los obreros para solucionar el problema.

En esa misma localidad, en la vieja vía al llano, en el sector de Guacamayas, desde hace varios años la vía está completamente deteriorada, son auténticos cráteres, que sólo arreglan por encima con una delgada capa de asfalto cuando la comunidad bloquea la vía, cómo sucedió en noviembre pasado, pero hoy està nuevamente destruida y a la espera que la reparen como debe ser.

A los huecos en la carretera, se añade la cantidad de basuras regadas a lado y lado, y la inseguridad.

A unos pocos minutos, en el barrio las Lomas, localidad Rafael Uribe Uribe, la vía de entrada viniendo del norte por la carrera décima y hasta la carrera treinta y ocho bis sur con transversal once, presenta varios hundimientos y huecos que cada vez son más grandes sin que ninguna entidad distrital se asome para evitar que el problema sea peor.

Es apenas una muestra de que los huecos en Bogotá se tapan dependiendo donde estén y del vecindario, a los ricos al instante, a los pobres quién sabe cuándo…