La curación con imanes.
Ciertamente, La terapia de Biomagnetismo desarrollada por el Dr. Isaac Goiz Durán de Mexico, incorpora trascendentes descubrimientos para el devenir de la medicina. Su trabajo ha sido avalado por la Universidad de Chapingo de México y la Universidad de Loja en Ecuador, la cual ha adquirido los derechos de edición de su libro «El fenómeno tumoral».
En términos sencillos, la práctica del Biomagnetismo demuestra que aplicando imanes de una determinada fuerza y polaridad en puntos específicos del cuerpo, se consigue exterminar en tiempos relativamente breves, todo género de virus, bacterias, hongos o parásitos, que son los que provocan la mayoría de las enfermedades graves en el organismo humano, inclusive, vale resaltar, o algunas en las que la medicina oficial no siempre reconoce una etiología microbiana como la diabetes, el cáncer, la artritis y otras.
Los resultados del Biomagnetismo, son extraordinarios y sus procesos carecen de contraindicaciones. En una o dos sesiones, muchos pacientes experimentan rápidas y notables mejorías.
El revolucionario procedimiento energético extermina escurridizos virus, que como sabemos son de muy difícil tratamiento para la medicina convencional, que sólo tiene éxito exterminando bacterias por medio únicamente de la aplicación de variedad de antibióticos en el organismo del paciente que espera su sanación pronta. Es un método extremadamente simple e inofensivo, donde se utilizan sólo imanes y el paciente no requiere inclusive ni siquiera desvestirse, simplemente se acuesta en una camilla convencional y allí recibe la aplicación de los imanes. El sistema consiste en el reconocimiento de puntos de energía alterados en el organismo humano que en conjunto provocan una enfermedad. El reconocimiento se efectúa con imanes pasivos (no electrificados ni conectados a máquinas electrónicas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo humano como si se tratara de un rastreo o escaneo Biomagnético. Una vez reconocidas y confirmadas dichas zonas en su potencial energético –que corresponden a órganos y tejidos que sufren la distorsión-, el terapeuta aplica un conjunto de imanes en esos puntos durante 10 a 15 min a cada persona y generalmente los aplican en forma simultánea. También encuadrada en lo que se conoce como Medicina Vibracional, que pone de manifiesto la importancia para la salud, de las múltiples vibraciones energéticas u ondas electromagnéticas que recorren el cuerpo humano a todo lo largo y ancho.
Es en este ámbito fue que el Dr. Goiz realizó en 1988 el descubrimiento del fenomenal concepto denominado «Par Biomagnético». Se explica claramente como la existencia en el cuerpo de puntos específicos que van hermanados y presentando polaridades magnéticas contrarias, Norte y Sur como en un imán común. Al igual que en el caso de los puntos de acupuntura, la ubicación de estos pares biomagnéticos están ya definidos claramente por el Dr. Goiz en un mapa del cuerpo. Con el transcurso del tiempo se fueron descubriendo nuevos pares hasta llegar hoy a una cifra cercana a los 250 pares. Lo asombroso es que el descubrimiento de que cuando estos pares se desequilibran, en el polo sur de ellos se concentran focos de determinados virus (ya identificados por sus nombres) en un ambiente de pH ligeramente más ácido, mientras que en el polo norte se ubican ciertas bacterias también previamente identificadas, pero en un medio de pH algo más alcalino que en el resto de los tejidos. Asimismo, El Dr. Goiz logró determinar además que entre ambos focos e virus y bacterias se establece una comunicación a distancia, en forma de ondas electromagnéticas, en lo que se conoce como bioresonancia magnética, lo que permite la retroalimentación energética entre dichos microorganismos, los que se potencian en su virulencia y capacidad de resistencia frente a los anticuerpos del sistema inmune, indican los especialistas.
Ahora bien, cuando a través de un singular test se identifican los pares biomagnéticos desequilibrados e infectados, sobre los puntos correspondientes de estos pares, se colocan imanes de la misma polaridad y de una fuerza superior a los 1000 gauss, lo que produce una interrupción de la retroalimentación energética y simultáneamente se tiende a corregir el pH alterado. Esto redunda en el exterminio de los mencionados microorganismos que pierden su sustento energético.
Hay que destacar que el Biomagnetismo extermina con gran efectividad especialmente a los virus, lo que la medicina convencional hasta la fecha no consigue. Por su pequeñísimo tamaño y rapidez de reproducción el virus no soporta el impacto magnético que altera su ADN y produce un verdadero cortocircuito en su estructura electromagnética. Al liberarse de estos indeseables huéspedes el paciente experimenta substanciales mejorías.
Ejemplo de puntos entre los que pueden formarse pares biomagneticos
Si se estima que los virus están presentes en la gran mayoría de las enfermedades, algunas de ellas consideradas como incurables por la medicina tradicional, entonces podemos imaginar los alcances extraordinarios que el Biomagnetismo tiene para la salud humana, reiteran los expertos. A la fecha se han estudiado, diagnosticado y atendido con Biomagnetismo, durante doce años aproximadamente a unos 60,000 pacientes, llegando a conclusiones muy importantes. El Biomagnetismo médico, por ser un procedimiento de orden físico y natural así como externo, no produce yatrogenia ni efectos colaterales indeseables.
Es bien sabido -subrayan- que los organismos superiores pueden ser portadores asintomáticos de microorganismos patógenos, aparentemente en las mucosas de los sistemas respiratorio y digestivo. En realidad lo hacen en los pares biomagnéticos y por ello, el Biomagnetismo médico es también un procedimiento preventivo de la salud, al detectar oportunamente la patología, aún antes de su manifestación clínica. El primer par biomagnético descubierto en 1988 por el Dr. Goiz fue el del síndrome de inmunodeficiencia humana (SIDA), que se genera en el timo y el recto desde las primeras horas en que se instala el virus, produciendo en el enfermo dos fenómenos simultáneos: inmunodeficiencia y seropositividad. Este conocimiento le ha permitido a este científico la loable hazaña de revertir esta enfermedad en miles de casos debidamente registrados y comprobables. En los años posteriores el científico se dedicó a investigar la relación de este conocimiento con la etiología del cáncer.
Es evidente que al proporcionarnos un mapa exacto de los pares de puntos en el cuerpo, el Dr. Goiz con su Biomagnetismo no deja oportunidad para especular con la posible ubicación del magneto. Además él nos dice precisamente el nombre del microorganismo que se ubica en tal o cual punto. Este conocimiento y el peculiar método de testeo, permite el insólito hecho de poder reconocer en una primera sesión, enfermedades que solo el paciente sabía que tenía por medio de exámenes previos. Los Imanes naturales de Mediana intensidad con fines terapéuticos: No se inyectan, no se ingieren, no son tóxicos, no producen efectos colaterales, no requiere procedimientos Quirúrgicos, en fin , ni siquiera producen alteraciones celulares o de tejido orgánico. El Par Biomagnético es un procedimiento de orden natural , Físico, químico, biológico. El cuerpo humano puede ser portador asintomático de microorganismos patógenos, es decir, sin síntomas de enfermedad aparente. El Par Biomagnético es también un procedimiento preventivo porque puede detectar, diagnosticar, y curar oportunamente, aún antes de la manifestación clínica.
Respecto de la diabetes por ejemplo la medicina convencional nos plantea normalmente como única posibilidad de tratamiento el empleo de ciertos fármacos hipoglicemiantes o, en los casos más graves el empleo de insulina para poder bajar los niveles del azúcar en la sangre. Sin embargo el Dr. Goiz nos asevera que en la gran mayoría de los casos, la diabetes se origina por la agresión de microorganismos, ya sea directamente a las células pancreáticas, o bien por el daño químico que estos microbios producen por sus deshechos metabólicos en el torrente sanguíneo. Estos deshechos producen una disminución en la calidad y en el aprovechamiento de la insulina, se asegura.
Colocación de imanes sobre pares biomagnéticos
Además se sugiere que algunos de estos microorganismos tendrían incluso la capacidad de ingerir y asimilar esta vital hormona producida en el páncreas. Todo lo anterior no pasaría de ser tan sólo una teoría si no fuera porque hemos visto como algunos diabéticos se han visto en la necesidad de reducir sus medicamentos o sus dosis de insulina, después de algunas sesiones de Biomagnetismo.
En la familia de enfermedades afines que constituyen los distintos tipos de reumatismo, artritis o artrosis, los mencionados deshechos liberados por diversos microorganismos, atacan la membrana sinovial que cubre el cartílago de las articulaciones, produciendo inflamación y luego degeneración que con el tiempo puede llevar a graves deformaciones. Al eliminar con Biomagnetismo los microbios se puede producir primero notorios alivios del dolor y la inflamación, y luego con el tiempo una reparación de los tejidos dañados.
Se puede presumir también el mismo dañino efecto -directo o a distancia- de diversos microorganismos, en otras enfermedades que son de difícil tratamiento para la medicina oficial, como son tipos de Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple, psoriasis, etc., especialmente causados por virus fármaco-resistentes, a los cuales se pueden añadir en su efecto nocivo, otras sustancias tóxicas como metales pesados -mercurio de las amalgamas, plomo, aluminio, etc.- también algunos preservantes, colorantes, drogas, pesticidas y otras, presentes en los alimentos industrializados, y que no alcanzan a ser eliminados por algunos organismos cansados y deteriorados por los años.
Vale anotar que esta tecnología se remonta al año 1950 en que el médico alemán Dr. ReinholdVoll, acupunturista, desarrolló un aparato para medir la energía que fluía en los meridianos de acupuntura. Este aparato electrónico lograba captar pequeñísimas diferencias de voltaje entre los puntos conocidos por la acupuntura, contrastados con otros puntos que no lo eran. Esta fue una forma de comprobar tecnológicamente la real existencia de los citados puntos que sólo la medicina oriental conocía y trabajaba desde hace milenios, mientras que a la medicina occidental fármaco-dependiente, todavía le cuesta creer y aceptar.
Con el transcurrir de los años estos equipos de bioresonancia fueron progresando en sus capacidades, hasta llegar en el día de hoy a detectar una cantidad impresionante de distintas variables fisiológicas en el cuerpo humano. Es más, con el simple contacto en la piel de algunos cátodos metálicos, estos equipos computarizados nos pueden decir por ejemplo, el nivel de metales pesados y otros oligoelementos presentes en nuestro organismo.
Los avances por lo visto, en los campos médicos tendrán mucho que ver con los campos energéticos humanos, en el próximo y remoto devenir.
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