Colegio Alexander Fleming ofrece programa de aprendizaje para adultos mayores
Doña Liliana y Don Germán asistieron como todos los meses a reclamar su pensión del Seguro Social. Los cajeros del banco a donde asistían con regularidad ya conocían bien a esta pareja de adultos mayores y sabían de su dificultad: ninguno de los dos sabía leer o escribir. Es por esto que alistaban con prontitud el huellero necesario para este trámite, pero ese 12 de diciembre de 2007, en las horas de la mañana, después de más de sesenta años de analfabetismo, doña Liliana y don Germán se negaron a usar sus dedos índices, pidieron un lapicero, y ante la mirada atónita de funcionarios de la entidad bancaria, con lentitud, pero con orgullo, estamparon sus firmas para poder reclamar sus respectivas pensiones. En medio de aplausos y lágrimas de felicidad, esta pareja de ancianos ejecutaban la enseñanza de cinco años aprendiendo desde kínder hasta quinto en el colegio distrital Alexander Fleming, que cuenta con un programa especializado en educación básica primaria para adultos mayores.
“Ellos valoran más que nadie lo que uno les enseña”
Hace diez años, la líder comunitaria Carmenza Alarcón había logrado una vasta experiencia trabajando con la Secretaría de Salud en el área de geriatría. Con sus años de sabiduría se identificó que una de las principales dificultades de la población adulta mayor que atendía era que, por diferentes condiciones socioeconómicas, nunca habían asistido a un plantel educativo, o jamás habían tenido la posibilidad de aprender a leer y escribir, lo cual no solo implicaba el analfabetismo, sino que también elevaba el riesgo de ser estafados. “A los abuelos muchas veces los hacen firmar una cosa u otra, los obligan a poner la huella, les dicen que es para su beneficio, y cuando menos se dan cuenta no tienen casa”. Es por esto que se dirigió al colegio Alexander Fleming, donde habló con el rector de la Institución y le hizo la petición de crear un espacio para la enseñanza de los adultos mayores.
Desde ese día hasta hoy se han graduado varias generaciones de abuelitos, de kínder hasta quinto de primaria, los grupos de adultos mayores han obtenido las respectivas certificaciones que acreditan su nivel educativo.
Orientadores, docentes y alfabetizadores hacen parte del grupo pedagógico de este colegio, ubicado en la localidad de Rafael Uribe Uribe, que cada sábado no tienen otro fin que la enseñanza A los ancianos. “Ellos valoran más que nadie lo que uno les enseña, pero la verdad es que yo soy el que aprendo de ellos. Ellos tienen conocimiento de la vida, me dicen siempre que jamás deje de estudiar”, afirma Jorge Giovanni López, estudiante de once grado, que voluntariamente es alfabetizador del grupo de adultos mayores.
Este programa se divide en cuatro grupos, lecto-escritura, elementos matemáticos, sistemas y danzas. Según la docente Esperanza Martínez, se trata de que los abuelitos tengan la posibilidad de aprender, divertirse y recordar que nunca es tarde para aprender.