28 de marzo de 2024

“Algo andaba mal”, y ahora “algo andará bien”

13 de febrero de 2012
13 de febrero de 2012

clara elvira ospina
Clara Elvira Ospina

Tras lamentar la renuncia de Clara Elvira Ospina, el colega enfatizó: “Algo anda mal” ¿Informado sobre todo lo que pasa en la TV, no sabía lo que ya era un secreto a voces? La verdad es que en el medio la renuncia de la directora no fue sorpresa, como si lo fue la del excelente profesional, Darío Fernando Patiño. La de ella era esperada hace meses. Fueron dimisiones  con causas muy diferentes, por ello no resultaba adecuado aplicarles la misma “lupa”.

La observación plena de la ética periodística sea en la TV o en otro medio, es irrenunciable. El asunto no es si las presentadoras de TV son “bellas”, o los periodistas “buenas personas”, o vayamos a misa, o que le demos plata a los pobres., no, no se trata de eso. Los periodistas tenemos obligaciones mayores, entre ellas dar buen ejemplo, ser transparentes, imparciales. Los críticos especializados estamos comprometidos con la opinión pública que confía en nosotros, por ello invocar las cualidades personales de un profesional pero ocultar o no denunciar hechos reprochables, siendo esa nuestra obligación, como en este caso que no fue de  no de una renuncia sino de de una petición de renuncia, (cosa muy distinta), resulta por lo menos decepcionante.

A veces, cuando nos critican a los periodistas hay quienes dicen que “es un ataque a libertad de prensa”; pero la verdad es que privilegios como el de dirigir un noticiero, u otro medio, no presupone un derecho a ser “intocables”.

Sobre el caso Clara Elvira Ospina, hubo suficiente información. Los siguientes comentarios fueron publicados no solo por los medios que se citan, sino además, reproducidos en redes sociales y algunos blogs y páginas web. El periodista Juan Paz, de El Mundo de Medellín, escribió en Septiembre pasado: “Algunos medios de comunicación han denunciado que el esposo de Clara Elvira Ospina, Directora de Noticias del Canal RCN, tenía millonarios contratos de ‘prestación de servicios’ con entidades públicas. ¿Es eso prenda de objetividad e independencia para una directora de un medio tan prestigioso?”

El mismo periodista dijo el 4 de Diciembre, sobre el “secreto a voces” que hizo carrera en los medios: “En los pasillos del Congreso se comenta que Juan Fernando Londoño será investigado por alguno de los contratos que firmó con el secretario privado (e) de la presidencia del Senado, Carlos Obregón González, por la suma de 17 millones de pesos mensuales por tres meses. Londoño, esposo de la directora del telenoticiero de RCN, Clara Elvira Ospina, no presentó ni un solo balance, informe o soporte de las actividades que desarrolló como contratista del Congreso. Es el mismo personaje que le hizo una revista a la Contraloría General de la República en época de Julio César Turbay Quintero y que costó la bicoca de 150 millones de pesos. La Contraloría General de la República anda detrás de estos contratistas del Congreso”.

Semanas después, (demasiado tarde a mi modo de ver), Clara Elvira Ospina, renunció a su cargo de Directora de noticias del Canal RCN, al programa “Claramente” y a una sección llamada, “Tiempo de leer”, en los que demostró ser una preparada comentarista de libros y, repito, ágil entrevistadora. Su forzada dimisión coincidió con la de Darío Fernando Patiño, director de noticias del Canal Caracol, pero por causas muy distintas, por lo que no resulta apropiado analizarlas “con la misma lupa”.

La conocida revista virtual, “Cierto.com”, especializada en periodismo, dirigida por el veterano periodista José Absalón Duque, dijo hace 20 días: “Los ruidos de la renuncia de Clara Elvira Ospina, anticipados por Cierto.com, venían desde comienzos de 2011 cuando al mismo funcionario esposo de Clara Elvira Ospina se le otorgó un millonario contrato por la publicación de una revista oficial”. Y agrego: “Los medios periodísticos tenían en salmuera las publicaciones oficiales del teleinformativo”.

El 23 Diciembre de 2011, en su columna “El Campanario”, el periodista “Tomás Nieto”, habló de “la caída de la periodista Ospina”, y dijo: “Las suspicacias sobre preferencias informativas y la cercanía con el poder le hicieron perder credibilidad a la conocida comunicadora que estaba al frente del informativo”.

No resulta coherente invocar la libertad de información cuando gozando de ella y habiendo faltas contra la ética qué denunciar, no se haga. ¿Será que a pesar de nuestra responsabilidad ética fiscalizadora, pero debido a la solidaridad gremial, (o de cuerpo) para “defender” el buen nombre del periodismo decidimos tapar errores graves a algunos colegas?

Hace pocos días, la respetada periodista Ana María Busquets de Cano, viuda del inmolado exdirector del Espectador, Guillermo Cano, en una entrevista en ese mismo periódico, opinando sobre el periodismo que se hace hoy, dijo: “Se pueden decir más claramente las cosas, pero no siempre se dicen. Muchas veces uno quisiera que fueran más estrictos, más justos, o más valientes”.

Según Joseph Pulitzer, “el eje del periodismo es la ética, la función pública y la independencia”. Saber la verdad y maquillarla, o callarla cuando la opinión pública debe conocerla, es una omisión grave”. Yo agrego, en especial en una actuación periodística indebida como la de desempeñarse como juez y parte”.

Los periodistas somos más responsables de nuestros actos públicos y privados que la inmensa mayoría de las personas. Que nos marquen nuestros errores es también un asunto propio de la libertad de prensa; nuestras  actuaciones como periodistas deben ser ejemplo de transparencia ante la opinión pública a la que nos debemos y con la que tenemos compromisos éticos ineludibles.

La misión del periodista no es solo la de informar, si no también la de fiscalizar, incluyendo claro está, las actuaciones de nuestro propio gremio.  

Rodrigo Pardo proyecta un buen momento para la TV

rodrigo pardo“Algo anda bien”, la renuncia de la directora del noticiero del Canal RCN  y  el nombramiento de Rodrigo Pardo García-Peña, marcan una coyuntura única,  un momento excepcional para la reflexión del periodismo de televisión. Sí, “algo anda bien”, la llegada de Rodrigo al medio fortalece al periodismo valiente pero respetuoso, solvente y profesional que hoy es, afortunadamente, practicado por los directores Darío Restrepo Vélez, en City TV y ET; Cecilia Orozco, en Noticias Uno y Yamid Amat en CM&.

Rodrigo Pardo quien denunció el triste caso de Agro Ingreso Seguro, es un periodista honesto, decente, sensato, estructurado, responsable, consciente, muy preparado y profesional, con carácter, culto y con una trayectoria brillante. Se ha destacado por invitar a la “reflexión sobre la responsabilidad del periodismo y los medios frente al terrorismo, al sensacionalismo y a la información sobre la violencia”, y por adelantar una campaña de responsabilidad periodística entre los medios, desde la revista Cambio. Todo eso es garantía de que con él el Noticiero RCN, será lo que debía ser
Muy acertada la decisión de Carlos Julio Ardila y Gabriel Reyes al contratar a Rodrigo Pardo. Su llegada significa el cambio radical que la todos esperábamos. El amarillismo que le dejaron como una mala herencia, las “notas con charcos de sangre” y  las tragedias de los colombianos convertidas en Show, serán cosas del pasado desde este mes, cuando Pardo con el apoyo de María Elvira Samper y otros comunicadores verdaderamente profesionales, se apersonen de ese noticiero dándole un periodismo más en profundidad.  

Estamos seguros que Pardo está de acuerdo, como nosotros, con los planteamientos  del Padre Alfonso Llano Escobar, S. J., en su reciente columna en El Tiempo, que tituló: ¡Guerra a los ‘morticieros’, la cual ha impactado a la opinión pública que la ha “replicado” profusamente, y al periodismo colombiano, en la cual pide un cambio de actitud en la TV, diciendo:“los canales nacionales se han especializado en narrar muertes y asesinatos, en dar noticias sensacionalistas y amarillistas, están de moda las ‘balas perdidas, los choques aparatosos, con buena cuota de muertos; siguen las violaciones de menores, escándalos, espeluznantes crímenes pasional y casos de dementes que violan o torturan a mujeres y menores, en cualquier municipio”, dejando al margen de los hechos importantes en el orden nacional e internacional”, ocultando muchas cosas positivas. El Padre Llano pide a la audiencia sintonizar los noticieros de buena calidad; y cierra su columna, diciendo: “Si no se tiene en cuenta la ética, apaga y vámonos”.