19 de abril de 2024

Las leyes son…

22 de enero de 2012
22 de enero de 2012

eduardo lozanoLamentablemente una gran mayoría se incumplen porque no existen organismos de control que le hagan un seguimiento a la observación de las mismas, y si existen, los funcionarios encargados no le prestan ninguna atención a su deber, sino a las fechas del pago de sus salarios  para hacerlos efectivos.

Se van a cumplir tres años de la promulgación de la Ley 1335 de Julio del 2009, donde se reglamenta la fabricación, publicidad y distribución de cigarrillos y se prohíbe la venta de tabaco a menores de edad.

Hasta allí las cosas funcionaron muy bien, porque las empresas tabacaleras en cumplimiento de la ley siguieron paso a paso lo que dice la norma y todo en apariencia está muy bien.

Posteriormente el ministerio de Protección Social de la época y la Superintendencia Industria y Comercio lanzaron una gran campaña para evitar el comercio de cigarrillos al menudeo o por unidad, para evitar que los menores de 18 años tuvieran acceso al producto y así liberarlos de los efectos nocivos del tabaco.

Esta medida entró en pleno vigor a partir del mes de Julio de 2011.

Lo más preocupante es que hoy (seis meses después) ninguna autoridad ejerce control sobre este tipo de comercio al menudeo.

Para el caso de Bogotá, en el sector del norte es casi imposible encontrar el comercio de cigarrillos por unidad porque los propietarios de establecimientos públicos siguieron al pie de la letra la instrucción del gobierno, mientras que en las zonas de Chapinero, Centro y sur de la ciudad la venta de cigarrillos por unidad continúa como si la restricción a la venta por unidades no existiera.

Por lo que he visto, me atrevo a decir que el 95 por ciento o más de los vendedores ambulantes de este tipo de productos, continúan comercializando el tabaco por unidad.

Si por una coincidencia la autoridad sorprende a un vendedor ambulante en esa actividad y le sanciona, le decomisa las 4 cajetillas de su producto y nada más.

Pero si se trata de una pequeña tienda que paga sus impuestos al día, tiene inscripción de Cámara de Comercio, la autoridad le sellará el establecimiento y a su propietario le obligan al pago de multas equivalentes a cinco salarios mínimos.

Así las cosas se advierte que existe un desequilibrio total en ese tipo de comercio por una falta de control absoluto de las autoridades policiales, que para este caso son las que están obligadas a hacer cumplir la ley .

Mientras algunos cerraron totalmente la venta de cigarrillos en la modalidad de “menudeo” para cumplir con la ley, los vendedores ambulantes siguen con su expendio en apariencia libre y sin control.

Si las disposiciones se crean solamente para dejarlas en el papel o aplicarlas parcialmente, sería mejor dejar las ideas en el tintero y no gastarle tiempo a la aprobación de leyes y normas que no se van a cumplir.