23 de abril de 2025

Desde el Quindío

18 de enero de 2012
18 de enero de 2012

La atención de alta complejidad se ha confiado a centros especializados por fuera del departamento y si nos atenemos al criterio del nivel de esta entidad no debieran cederse sino por el contrario fortalecerse.

La competencia con los hospitales pequeños para baja complejidad los tiene al borde de la quiebra, léase La Tebaida y Calarcá.

Qué pasó con Oncólogos de Occidente y su salida abrupta del Hospital.

Cuando se trata de defender a un funcionario que puede tener virtudes en su ejercicio hay que mantener el contexto.

Argumentar que una decisión de junta puede ser interpretada como politiquería es un peregrino argumento.

Los funcionarios públicos tienen el deber de dar explicaciones y sus juntas directivas  su derecho de pedirlas.

Carlos Ernesto Rozo Flórez, es un profesional defendido por sus subalternos pero debe atenerse a los mandatos de ley.

Si supiera el editorialista que en la pasada campaña electoral quienes le metieron politiquería al Hospital fueron  los que lo manejan, sería bueno que preguntaran por las reuniones que se hicieron en beneficio de una candidata a la gobernación  en el barrio Galán o con los funcionarios de ese centro de salud.

Rozo es un buen elemento pero tiene también que ser coherente con su discurso y someterse a las reglas del juego.

Los funcionarios públicos están expuestos a las reglamentaciones y si es debido un concurso pues que participe el médico Rozo, quienes según sus padrinos, tiene suficiente capacidad. Cuál es el miedo a que los auditen o fiscalicen. Una buena pregunta.

Y ANTONIO  RESTREPO EN LA SEGUIDILLA

El secretario privado de la gobernación Antonio Restrepo, no ha sido santo de la devoción de una caricatura de periodista que desde el mismo momento que hizo uso de su legítimo derecho de político de aspirar al primer cargo administrativo del departamento fue descalificado con toda suerte de tufillo clasista.

Ha sido una manía recurrente que algunos heliotropos que olvidan su sutil pasado quieran ridiculizar a todo el mundo y se creen con el derecho inobjetable de que les deben pedir permiso para todo.

Fue el hecho protuberante en la pasada jornada electoral cuando afilaron baterías en contra de personas que tenían todo el derecho a aspirar y que a la final derrotaron a sus prohijados.

Quedarse en la cantinela de que Antonio Restrepo fue a pedir puestos en tal o cual institución es un acto deleznable porque se cae de su peso la seguidilla para entorpecer una administración que por lo que ha mostrado  desde un comienzo quiere hacer las cosas bien.

Con odios sempiternos no se puede ejercer la cátedra de periodismo que quieren dictar todos los días cuando no les alcanza siquiera para recomendar un portero. Qué costumbre tan malsana y vergonzosa.

RUBIELA TAPAZCO A LA ALCALDÍA

Como un reconocimiento a una vida ejemplar en el ejercicio del periodismo ha sido calificado el llamado de Rubiela Tapazco como asesora de comunicaciones de la alcaldesa Luz Piedad Valencia.

Tiene sentido una profesional de su talla en esa posición.

Deja el periodismo radial en RCN donde ganó dos premios nacionales  en tan poco tiempo y sin ningún antecedente en ese medio.

Estará en esa cadena radial hasta el 31 de enero cuando seguramente volverá Jorge Eliécer Orozco, quien no ha podido tener tranquilidad desde que dejó ese cargo hace ya tres años largos.

Entretanto, en la Crónica siguen encartados con la búsqueda de sucesor para Jelod, posición poco envidiable cuando existe una junta directiva que jamás se pone de acuerdo ni para una foto.