Desde el Faro/Aranzazu
La lectura que los analistas políticos le pueden dar a este hecho es que el candidato no despertó mística entre todos los seguidores del exsenador Omar Yepes en el municipio. La otra es que la gente compromete el voto para concejo por amistad, pero para alcalde toma otra decisión. O que dentro del mismo movimiento mucha gente quería el cambio en la alcaldía, y votaron por los otros dos aspirantes.
0000
Existe una información que en Aranzazu prácticamente pasó desapercibida. Es la que tiene que ver con la muerte, en la Ciudad de Medellín, del padre Mario Aristizábal Salazar, quien hasta pocos meses antes de su muerte se desempeñó como párroco en una iglesia de San Bernardo del Viento. El sacerdote fallecido fue alcalde de Aranzazu de febrero a diciembre de 1978. En esa época se había retirado del sacerdocio. Pero muchos años después retomó su vocación religiosa. En el intermedio entre la alcaldía y el regreso a la vida sacerdotal, se desempeñó como profesor en el Instituto Universitario de Caldas. Mario Aristizábal Salazar fue siempre un hombre cordial en el trato.
0000
Son muchos los aranzacitas que trabajan en silencio en proyectos que requieren inteligencia. Dos de ellos son el médico Silvio Velásquez Mejía y el ingeniero civil José Manuel Ospina Salazar. El primero es un destacado profesional que presta sus servicios a la Universidad Javeriana de Bogotá. Con alguna regularidad visita a Aranzazu. Sobre todo porque trabaja en un proyecto sobre enfermedades mentales en el municipio. El segundo es un hombre consagrado al estudio que mantiene bien relacionado con el mundo político. Lector consumado, se interesa por el pasado histórico no sólo de su pueblo natal, sino también de Manizales. El columnista ha conocido trabajos suyos que merecen rescatarse.
0000
En Aranzazu se han publicado con alguna regularidad revistas que intentan mostrar las cosas buenas del municipio. Pero pronto desaparecen. El columnista ha conocido “La Pluma”, dirigida por Rafael Hernando Rodríguez, un boyacense que hace muchos años se estableció en Aranzazu; y “Talentos”, editada por Jhon A Ossa. Sería bueno que estas publicaciones volvieran a circular. Sobre todo porque ayudan a despertar en la comunidad el interés por conocer lo que pasa en su propio entorno. ¿Por qué desaparecieron? El columnista sabe lo difícil que es financiar una publicación periodística. Pero al repasar algunos números viejos de estas dos publicaciones comprueba que estaban bien financiadas.
0000
Andrés Felipe Velásquez es un joven inquieto, que parece llevar en la sangre el virus del periodismo. Así lo percibe el columnista. Sobre todo porque se ha embarcado en una verdadera quijotada: posicionar el sitio web www.notiaranzazu.com El columnista entra con alguna frecuencia a esta página en Internet. Y tiene para su creador varios consejos. El primero: si quiere cautivar visitantes, la página debe ser actualizada constantemente. Segundo: debe aprovechar ese espacio para publicar columnas de opinión sobre Aranzazu. Y tercero: incluir en el material una columna como esta, de pildoritas informativas. Así, los aranzacitas regados por todo el planeta podrán encontrar en este sitio temas de interés.
0000
Personas que recorren con alguna regularidad la zona rural de Aranzazu le cuentan al columnista que es preocupante la situación de miseria en que viven muchas familias campesinas. En algunas veredas se encuentran viviendas en pésimas condiciones. Hay sitios donde ni siquiera les llega el agua. La Alcaldía Municipal debería apersonarse de las dificultades de estos ciudadanos. Y tratar de incluirlos en el Sisbén para que reciban algunos beneficios del Estado. Son gentes que viven en condiciones infrahumanas, según le han informado al columnista. Sus ranchos han sido levantados sin ninguna técnica. Y los pisos son en tierra. Inclusive se ven humildes covachas cubiertas con tejas de zinc.
0000
Muchos comentarios despertó la última columna del penalista César Montoya Ocampo en La Patria. El escritor de estilo grecolatino abordó un tema profundo: la palabra. En un artículo de excelente factura literaria, el ilustre aranzacita hizo una descripción afortunada de lo que es la palabra. Y cito tres textos de autores reconocidos sobre el tema: Federico García Lorca, Pablo Neruda y Javier Arias Ramírez. Para los estudiosos de la literatura, este artículo fue esclarecedor. Porque demuestra la preocupación de los artistas por el manejo de la palabra. Comparado el texto de Neruda, que aparece en su libro de memorias “Confieso que he vivido”, con el del poeta oriundo de Aranzazu, se descubre la influencia del uno sobre el otro.