22 de abril de 2025

Una tragedia que se pudo evitar

26 de diciembre de 2011
26 de diciembre de 2011

incendioEn Dosquebradas, al paso del poliducto de Ecopetrol, se perdieron vidas humanas, se causó heridas graves a casi un centenar de personas y las pérdidas son totales para quienes viven al paso de la tubería que transportaba gasolina.
Varios hechos confluyen para que ocurran desastres como el de la madrugada del viernes: imprevisiones, falta de controles efectivos, permisividad y altos grados de insensatez.
Si fueron manos homicidas, son seres para los que el dinero tiene más valor que la vida, porque por robarse unos cuántos miles de pesos vendiendo gasolina robada, provocan la destrucción de las magnitudes que ya conoce la sociedad.
Y si fue imprevisión de la empresa colombiana de petróleos, Ecopetrol, debe responder como es debido ante la comunidad que fue víctima.
No hacer nada, también provoca responsabilidades. Se afirma que los barrios aledaños al poliducto ya estaban construidos cuando se hizo la infraestructura. Si fue así, habría razones para pensar que esos eran terrenos que debían estar deshabitados, por el manejo delicado que requiere el paso de productos inflamables. Serán las autoridades las que determinen las responsabilidades, en una tragedia que estaba prácticamente anunciada desde hace varios años.
Las viviendas al filo de la quebrada también son la señal de la falta de controles de las autoridades locales de Dosquebradas, para impedir esos asentamientos que con el tiempo son los que padecen los rigores del clima, o como en este caso, del efecto dominó que produjo la explosión.
Por ahora sólo podemos decir que en este, como en otros cientos de casos que se multiplican en nuestra sociedad, la de ayer fue una tragedia que se pudo evitar.

Editorial La Tarde