23 de abril de 2025

La Amazonía en peligro letal

22 de diciembre de 2011

amazonia

La lucha es necesariamente internacional, pues si bien cada acción humana genera una reacción, así como aleteo de una mariposa puede crear un tsunami en las antípodas, así también las grandes decisiones deben ser de los Estados poderosos. Recientemente las crónicas de noticias registraron con estupor lo sucedido en la Cumbre de Cambio Climático de la ONU (Durbán, Sudáfrica), los dueños del mundo resolvieron prolongar hasta el año 2015, adoptar resoluciones acerca del Protocolo de Kioto con relación a la limitación de la emisión de gases efecto invernadero, los resultados eran perfectamente previsibles, el mundo en la mano de los políticos está perdido.
No ha tenido la difusión esperada un hecho reciente de notable gravedad, el nuevo gobierno de Brasil acaba de conceder licencia para la instalación de la construcción de la tercera hidroeléctrica más grande del mundo (Belo Monte”), inundará una extensión mayor de 500 kilómetros cuadrados de selvas en el Amazonas. Antonia Melo en representación del movimiento “Xingú vivo para siempre”,  declaró que “esta obra criminal implica la destrucción de una gran área de bosque, que afectará a la vida de decenas de miles de personas y secará el río alrededor de cinco pueblos indios”.  Elocuente resulta la fotografía en el Internet del  jefe Raoni, llorando copiosamente, una vez se enteró de tan terrible noticia; añadió la reseña que este megaproyecto será la sentencia de muerte de los pueblos de la gran curva del río Xingú, la expulsión de 40.000 personas que habitan poblaciones indígenas, locales, más la destrucción de hábitats valiosos para muchas especies.

Pero el asunto dramático tiene otras connotaciones en el escenario del derecho penal internacional, con mayor razón cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se opuso a la construcción que inevitablemente al parecer se hará. Aunque los crímenes son dolosos, dejará lugar la probabilidad al menos de tratarse de dolo eventual. El genocidio es quizá el crimen más grave, Dante Alighieri, seguramente habría puesto a los genocidas en el más profundo averno, porque consiste en la destrucción total o parcial de un grupo nacional, étnico, racial o religioso, tipificación a la luz del Estatuto de la Corte Penal Internacional.

Una de sus modalidades, según los Elementos de los Crímenes, es el genocidio cometido mediante traslado por la fuerza de los niños, entre esos ingredientes aparece el traslado por la fuerza a una o más personas. Según la doctrina, debe entenderse, que la fuerza no se limita solamente a la física, sino que puede incluir la amenaza de la fuerza o la coacción, como la causada por el temor a la violencia, la intimidación, la detención, la opresión psicológica o  por el abuso de poder, etc. El gobierno de Brasil despreció miles de firmas de personas que se oponían por motivos ecológicos y humanos en la protección de las comunidades tribales, si despareciera alguna, la Corte Penal Internacional tendría un importante escenario de actuación.